La exposición 'Los Desastres de las Guerras', que se puede ver desde este viernes, 16 de junio, y hasta el próximo 24 de septiembre, en el Patio de la Infanta de Ibercaja, en Zaragoza, pone en diálogo la serie de grabados Los Desastres de la Guerra, de Francisco de Goya, con imágenes de los fotoperiodistas Diego Ibarra (Zaragoza, 1982) y Judith Prat (Altorricón -Huesca-, 1973), que sirve como reflexión sobre el sinsentido de los conflictos armados.
El director general de Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, entidad que ha organizado la muestra, la comisaria de la exposición e investigadora de la Universidad San Jorge, Pilar Irala, y ambos fotoperiodistas han presentado en rueda de prensa el contenido de la misma.
En ella, se pueden ver, por un lado, 26 composiciones formadas por otros tantos grabados y otras tantas fotografías, generando ese diálogo entre diferentes épocas, pero sobre una misma realidad y, por otro, el resto de gradados de Los Desastres, realizados entre 1810 y 1814, donde Goya plasma su visión de la Guerra de la Independencia en Zaragoza, que tuvo lugar entre los años 1808 y 1814.
Las obras de Ibarra y Prat son instantáneas tomadas entre los años 2011 y 2022, en países como Pakistán, Irak, Irán, Nigeria, el Congo, Colombia, Yemen, Afganistán, Siria y Ucrania.
El director general de Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, ha explicado que la muestra «entraña dolor y barbarie», con el objetivo de «ser testigos de la injusticia» y reflexionar «sobre el desastre que han generado y generan las guerras».
Ha abundado al señalar que los protagonistas de los desastres de las guerras «son todos aquellos que las sufren, en cuya piel somos capaces de ponernos gracias a los grabados y a las fotos de Ibarra y Prat», de quienes ha subrayado su trabajo «valiente y riguroso», como «testigos que han sido y son de esa crueldad».
Similitud
Rodrigo ha destacado la sorprendente similitud entre algunos de los grabados, realizados a principios de siglo XIX por quien se considera «uno de los primeros cronistas de la historia», además de un artista universal, y las fotos tomadas por Ibarra y Prat.
«Los lugares y siglos cambian, pero las guerras permanecen», ha sostenido, para evidenciar que ahora «todos miramos a Ucrania, pero hay muchos conflictos en el mundo con las mismas barbaries».
El director general de Fundación Ibercaja ha incidido en que el propósito de esta muestra es desarrollar «un pensamiento crítico entorno al sinsentido de todas la guerras» y remarcar el trabajo del fotoperiodismo y estos dos autores, «que arriesgan su vida para comunicar el horror, la injusticia y la barbarie».
Ha añadido que en ella se unen el compromiso de la fundación por estar al lado de los que sufren a través de la acción social e impulsar la cultura en todas sus manifestaciones.
La comisaria, Pilar Irala, ha detallado que en algunas de las 26 composiciones se da un paralelismo simbólico entre la obra de Goya y la fotografía junto a la que aparece y en otras se percibe una relación iconográfica directa, constatando «que la crueldad y las guerras son las mismas».
Ha aclarado que hay grabados que son «perturbadores» y «más duros que algunas de las imágenes». También ha indicado que la exposición ofrece diferentes niveles temáticos, como el papel de las mujeres en la guerra, la educación y la salud mental.
Irala ha resaltado la importancia de la prensa y del fotoperiodismo para que los ciudadanos «estén bien informados» y ha animado a visitar la exposición «entrando en las imágenes, sujetándose el corazón y sufriendo con estos diálogos porque es lo poco que podemos hacer» como ciudadanos para saber «qué pasa en el mundo y ser mas conscientes de las decisiones que vamos a tomar en nuestras sociedades».
Conflictos olvidados
La fotoperiodista Judith Prat ha comentado que las guerras se han sofisticado, «pero el sufrimiento de la población y las víctimas es el mismo y por eso tiene tanto sentido esta comparativa». Ha abogado por sacar a la luz los conflictos olvidados porque, de lo contrario, se crea «impunidad» y las víctimas son silenciadas, mientras que si su sufrimiento sale a la luz es «menor».
Ha señalado que de entre sus obras se exponen fotos tomadas en Yemen, Nigeria, Kurdistán, Sudán del Sur y Colombia, y ha dicho que uno de los ejes de su trabajo es ofrecer una mirada específica sobre qué ocurre con las mujeres en las guerras, quienes sufren la violencia general, pero también «la violencia sexual como arma y el estigma por haberla padecido, como si lo hubiera elegido».
También ha mencionado otras violencias, como condenar a las mujeres al analfabetismo, algo que ocurrió en Nigeria cuando el grupo terrorista Boko Haram desplegó su mayor violencia en ese país, secuestrando a las niñas que iba al colegio porque estaban en contra de la educación para ellas, que hizo que las familias inmediatamente sacara a sus hijas de la escuela.
Fracaso de la humanidad
El fotoperiodista Diego Ibarra ha lanzado un mensaje «crítico» porque la guerra es el «fracaso de la humanidad» y tiene consecuencias no solo a corto plazo, sino a largo, provocando que haya generaciones perdidas.
Ha relatado que en su trabajo se fija mucho en cómo afecta la guerra a la educación, como «mina generaciones y generaciones, las condena al olvido y se les hurta un futuro». Además, se propone «crear memoria y testimonio» y centrar el protagonismo en los civiles que sufren las contiendas y sin cuya aceptación para ser fotografiados esta muestra no hubiera sido posible.
Al respecto, ha manifestado que hay que estar «bien preparados para dignificar los testimonios de la gente», mientras que Prat ha detallado que se documenta y prepara mucho porque «no se puede contar lo que no se entiende».
Ser explícitos
Ambos profesionales han reconocido que hay momentos en que bajan la cámara y hay instantáneas que se quedan sin hacer, o fotos realizadas que nunca se muestran, pero Ibarra ha considerado que también en ocasiones hay que mostrar algunas imágenes «duras».
Según ha considerado, en esta exposición, los grabados de Goya permiten que funcionen mejor imágenes más explícitas que en otros contextos, «tenemos una ética que marca como enfrentamos el dolor, pero hay imágenes que hay que mostrar, huir de ese paternalismo con el público» porque «tenemos que crear memoria le pese a quien le pese».
En este punto, Prat ha abogado por «no infantilizar» a la sociedad porque «tenemos la responsabilidad de saber lo que ocurre a miles de kilómetros» y que permite vivir aquí «como vivimos».
Por otra parte, Ibarra ha querido mencionar a los diez fotoperiodistas españoles asesinados desde 1980: Luis Espinar, Juancho Rodríguez, Jordi Pujol, Luis Valtueña, Miguel Gil, Julio Fuentes, Julio Anguita Parrado, José Couso, José Luis Perceval, Ricardo Ortega, Roberto Fraile y David Beriain.
Igualmente, ha pedido acelerar el proceso para que se haga un juicio justo a Pablo González, «que lleva un año y medio en la cárcel, en Polonia, por hacer su trabajo».
El fotoperiodista ha estimado que no es posible acabar con las guerras y ha opinado que en ellas se lucha por un territorio, unos recursos, un expolio, «y no por una religión», y el periodista tiene que ser «autónomo, crítico con el poder y nunca posicionarse con ningún lado». Su finalidad es «ser testigos incómodos» y despertar el pensamiento crítico en la ciudadanía «para que las sociedades sean más libres».
Actividades paralelas
Fundación Ibercaja, de forma paralela a la exposición, va a llevar a cabo un programa de visitas guiadas, de lunes a sábados, a las 11.00 y 17.00 horas y los domingos en horarios de mañana. Además, se ha planteado la actividad en familia 'Tras la noticia: reporteros de guerra', los fines de semana, a las 12.00 horas.
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