En un comunicado, el especialista ha explicado que un hombre que tiene disfunción eréctil «mantiene su deseo sexual pero es incapaz de mantener o iniciar una erección satisfactoria, es decir, la erección no se da debido a la ausencia de interés sexual, por eso es una situación tan traumática a nivel psicológico para el paciente».
Lo más habitual en estos casos es recurrir y utilizar opciones farmacológicas disponibles, «pero no resultan efectivas en todos los casos», ha dicho. Alrededor de un 15% de hombres con disfunción eréctil no responden a los tratamientos farmacológicos ni a las inyecciones intracavernosas, por lo que la única opción que les queda es un implante de prótesis de pene.
Las prótesis de pene son dispositivos de implantación quirúrgica utilizados para corregir el mecanismo de erección en aquellos pacientes que no responden a ninguno de los tratamientos médicos disponibles. Se suelen colocar mediante abordaje quirúrgico escrotal y se consideran tratamientos definitivos e irreversibles para corregir el mecanismo de disfunción eréctil.
«Conseguimos proveer rigidez al pene y el paciente activa y desactiva la prótesis a través de una bomba ubicada en el escroto cuando desea mantener relaciones sexuales», ha explicado el doctor Diez, quien ha afirmado que «actualmente, las opciones existentes son exitosas y un 90% de los pacientes sometidos a esta cirugía se muestran altamente satisfechos con los resultados obtenidos».
Si la intervención ha discurrido con normalidad, el paciente puede regresar a casa 24 horas después de la cirugía y volver a mantener relaciones sexuales al cabo de unas seis semanas aproximadamente. El especialista ha hecho hincapié en la «necesidad» de cambiar la estadística actual, ya que en España solo un 4% de los pacientes con disfunción eréctil que no responde a la medicación oral ni a las inyecciones intracavernosas, opta por la alternativa de la prótesis de pene «y el paciente debe saber que los modelos de prótesis actuales obtienen unos resultados de satisfacción muy buenos tanto en el paciente como de su pareja», ha destacado.
La prótesis suele tener una vida media de 10-12 años, y después precisará un recambio. Son tratamientos con muy buena recuperación y con una alta tasa de satisfacción a medio y largo plazo, en torno al 90% cinco años después de la intervención. Las prótesis no alargan el tamaño del pene, de hecho se colocan según el tamaño de cada paciente, ya que lo que se repara con esta técnica es el mecanismo de la erección.
Causas de la disfunción
Existen diferentes causas que pueden originar la impotencia o disfunción eréctil, ya sean de origen psicológico, vascular, neurológicas, hormonales o farmacológicas. Asimismo, la mayor parte de los tratamientos para el cáncer de próstata, vejiga y colorectal pueden inducir daños en los mecanismos de erección alterando el correcto desarrollo de la vida sexual de los pacientes y sus parejas.
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