La consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, ha defendido la «atención comunitaria» a las personas con transtorno mental que necesitan «apoyo de forma prolongada, en importantes y variadas áreas de su funcionamiento personal, social y familiar», como la «alternativa» a los sistemas tradicionales basados en el hospital psiquiátrico«, y ha advertido que »el reto de la atención comunitaria implica un compromiso con poblaciones y territorios concretos".
En su intervención este miércoles en un desayuno sociosanitario organizado por Europa Press, Sagardui se ha referido a la salud mental por su «singularidad» en el ámbito de la atención sociosanitaria.
Según ha recordado, «hasta no hace mucho, apenas unas décadas, la atención en salud mental no estaba encuadrada en el sistema sanitario y se circunscribía a las residencias psiquiátricas y a los hospitales especializados».
Tras afirmar que «es indudable que se han realizado notables avances en la reforma de la atención psiquiátrica, en la superación del modelo y en el desarrollo de servicios de salud mental y otros dispositivos», la consejera ha subrayado que las personas con trastorno mental grave se caracterizan por «necesitar apoyo de forma prolongada, en importantes y variadas áreas de su funcionamiento personal, social y familiar».
Ello, ha remarcado, «hace imprescindible una atención integral adecuada, que dé respuesta a las distintas necesidades y problemas derivados del padecimiento de estos trastornos». En ese sentido, ha dicho que «no hay duda de que la atención comunitaria es la alternativa a los sistemas tradicionales basados en el hospital psiquiátrico» y ha advertido que «el reto de la atención comunitaria implica un compromiso con poblaciones y territorios concretos».
«Su orientación general pone el énfasis en la funcionalidad personal y social y en el desarrollo del individuo como persona, más que en el control de síntomas, a la vez que afirma la consideración y el respeto a las personas concretas con sus contextos reales de vida», ha apuntado.
Además, ha destacado que «el consenso profesional señala que las intervenciones requieren una red compleja de servicios de salud y de servicios sociales, que garantice la permanencia y la participación activa en y con la comunidad, y el respeto a la consideración de estas personas como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho».
En Euskadi, ha recordado, la presencia de Estrategias de Salud Mental ha sido «temprana, con cinco aprobadas y desarrolladas, desde el pionero plan de asistencia psiquiátrica y salud mental de 1983» y, según ha resaltado, «todas han tenido como factor común la implantación del modelo comunitario con el desarrollo de todas sus características: autonomía, continuidad, accesibilidad, atención integral, equidad, recuperación personal, responsabilización y calidad».
A partir de esa experiencia, ha indicado, en la nueva estrategia de salud mental que su Departamento tiene «ultimada», hay que incidir «en la promoción de la salud mental en todas las políticas, tal y como ya prevé nuestro marco estratégico para la salud, en general».
Así, ha abogado por «promover un marco armónico de desarrollo para las personas a través de la buena crianza, la igualdad de oportunidades, las políticas de conciliación y la disminución de estrés en las escuelas, entre otras». «Se trata de favorecer el desarrollo de personalidades que sepan afrontar la adversidad y sean resilientes», ha precisado, para agregar que «la colaboración del sistema educativo y sanitario debe ser un eje fundamental en este desarrollo».
La consejera ha afirmado que «la lucha contra el estigma que soportan las personas con trastorno mental, especialmente si ese trastorno se califica de grave», debe ser «un empeño coral y social que debe pasar por el desarrollo de los derechos y la lucha contra las desigualdades y los prejuicios que constituyen el estigma».
Sagardui ha avanzado que en la nueva estrategia de salud mental de Euskadi se hace un planteamiento general para toda la atención en la salud y en la enfermedad mental, con tres planes espécificos en el ámbito infanto-juvenil, trastornos de la conducta alimentaria y patología dual.
Estrategia de atención sociosanitaria
Tras repasar los cambios a lo largo de la atención sociosanitaria en la asunción de competencias por parte de las instituciones, desde la firma de un convenio de colaboración en 2003 entre el Gobierno Vasco, las tres diputaciones forales y Eudel para el desarrollo de la atención Sociosanitaria en el País Vasco en el que hubo una definición de competencias, evaluación de los costes y compensación de los mismos con el que se sentaron las bases para «crecer ordenadamente», Sagardui ha señalado el el «último gran hito» ha sido la Estrategia de Atención Sociosanitaria 2021-2024.
Esta nueva estrategia, ha destacado la consejera de Salud, «profundiza definitivamente en el cambio de paradigma en el modelo de cuidados sociales y sanitarios».
Además, ha añadido que «el nuevo tiempo nos exige transformar y mejorar las políticas de atención sociosanitaria, hacerlas más eficientes, sostenibles y respetuosas con el proyecto de vida de cada persona». «Queremos impulsar ecosistemas de cuidados con un enfoque preventivo y de promoción de la autonomía personal», ha precisado.
Según ha destacado, el ecosistema sociosanitario en Euskadi es «sinónimo de un vasto conocimiento, resultado de un cuarto de siglo de trayectorias divergentes y convergentes, de experiencias exitosas y de iniciativas fallidas».
«De todo ello se deriva un acervo común, que comparten una heterogeneidad de agentes en relaciones complejas desarrolladas en las diversas estructuras que asumen la respuesta a las necesidades de atención sociosanitaria desde los sistemas de salud y de servicios sociales», ha remarcado.
Sagardui ha explicado que la propuesta de estrategia se concreta en cinco áreas de actuación. La primera es la gobernanza Sociosanitaria, como marco de relación funcional y operativa que se establece entre los sistemas que intervienen en la atención sociosanitaria y la segunda es la Interoperabilidad Sociosanitaria, como capacidad de los sistemas de información para compartir datos y posibilitar el intercambio de información y de conocimiento de una manera segura.
La tercera área de actuación es la Prevención Sociosanitaria, como conjunto de estrategias, programas e instrumentos que contribuyen a anticipar y prevenir necesidades sociosanitarias de la población, y la cuarta es la Atención Sociosanitaria, como la respuesta ofrecida por los profesionales sanitarios y sociales para abordar las necesidades que presentan determinados grupos de población.
Por último, la quinta actuación es la I+D+i Sociosanitaria, como respuesta a la necesidad de mejora continua de la coordinación entre ambos sistemas, de perfilar alternativas asistenciales eficientes y de estimular soluciones a necesidades emergentes y nuevos desafíos.
Por otro lado, Sagardui ha señalado que la arquitectura institucional vasca que «marca un régimen competencial autónomo y exclusivo» para la prestación de los servicios sociales a través de las diputaciones forales y ayuntamientos, «no solo implica una labor constante de consenso en la formulación de objetivos compartidos por administraciones», sino que «también determina un ajuste particular a las trayectorias históricas, demográficas y técnica de los distintos territorios históricos de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava, con distintos enfoques que son complementarios entre sí y en los cuales el aprendizaje es constante».
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