Alexander Boto y Aitor Aldasoro | EUROPA PRESS EUSKADI

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El 89% de la población vasca cree que sus decisiones de compra influyen en que las empresas produzcan de manera más sostenible y responsable y hasta el 70% afirma estar dispuesto a pagar más por productos que respeten el medio ambiente, según un estudio de percepción ciudadana sobre gestión de residuos elaborado por Ihobe.

Las conclusiones de este informe se han presentado este jueves en Bilbao en una comparecencia a cargo del viceconsejero vasco de Sostenibilidad Ambiental, Aitor Aldasoro, y del director general de Ihobe, Alexander Boto, en vísperas del inicio de la Semana Europea de la Prevención de Residuos, que se celebra del 18 al 26 de noviembre en los países miembros de la Unión Europea para concienciar sobre la gestión de residuos y el buen uso de los recursos.

El sondeo ha sido extraído de los resultados del estudio de percepción ciudadana sobre economía circular y gestión de residuos que ha realizado el Gabinete de Prospección Sociológica de Lehendakaritza del Gobierno Vasco a petición de la sociedad pública Ihobe.

El objetivo del estudio era conocer la opinión y hábitos de la ciudadanía vasca respecto a la economía circular y la generación y gestión de residuos.

Una de las cuestiones que más consenso ha revelado es que el 98% de las personas considera que el medio ambiente es muy o bastante importante para tener una buena calidad de vida, opinión que apenas ha variado desde la anterior medición realizada en el año 2021.

De esta forma, como criterio general, del estudio se puede concluir que existe ahora mayor concienciación sobre los efectos negativos de los hábitos de consumo sobre el medio ambiente, ya que el 95% de los encuestados ve «imprescindible» reducir el nivel de consumo para evitar el deterioro medioambiental y hasta un 88% se muestra dispuesta a utilizar un sistema de retorno de envases.

A tenor de las respuestas, casi 9 de cada 10 personas en Euskadi, el 89%, creen que sus decisiones de compra pueden hacer que las empresas produzcan de forma más responsable.

Igualmente, llama la atención que el 85% de encuestados considera que algunos productos se fabrican para que se estropeen en poco tiempo de forma deliberada y así forzar la compra de otro, y el 83% cree que los productos respetuosos con el medio ambiente son más caros.

Por el contrario, el informe hace hincapie que casi la mitad de la población encuestada (48%) está muy o bastante de acuerdo con que la ciudadanía «hace poco» por el medio ambiente, ya que consideran que son las empresas y los gobiernos los que tienen que actuar.

Alexander Boto ha destacado en su intervención la «creciente» disposición al consumo responsable con el medio ambiente puesto que, «poco a poco se ha ido incrementando el número de personas que estarían dispuestas a pagar algo más por productos mejores para el medio ambiente». Según el estudio, 7 de cada 10 personas encuestadas lo harían, frente a las 6 que lo afirmaban en 2020.

En concreto, un 14% afirma estar dispuesta a pagar mucho más, y sólo un 12% indica que no estaría dispuesto a pagar más por un producto por este motivo, porcentaje que se ha reducido en 6 puntos desde 2020.

Precio y vida útil

Con relación al precio y la vida útil o durabilidad de los productos, desde 2020 ha aumentado el porcentaje de personas que prioriza la duración de los productos frente al precio, pasando del 50% al 67% el número de personas que afirma que compra productos más caros pero que duran más tiempo. Solo un 14% afirma comprar productos más baratos, aunque duren menos tiempo.

En cuanto a la adquisición de alimentos, el 57% de la población afirma que en el momento de la compra tiene en cuenta siempre o casi siempre que los productos frescos sean de temporada; el 48% que sean productos locales o del entorno cercano y el 33% que tengan pocos envases o material de recogida.

Desde la anterior medición de 2020, ha aumentado notablemente el porcentaje de quienes tienen en cuenta que los productos frescos sean siempre o casi siempre de temporada y que tengan pocos envases y materiales de embalaje, incrementándose del 27% al 48% y del 21% al 33%, respectivamente.

En cuanto a la compra de ropa y calzado, el 53% de la población afirma comprar lo necesario; y un 31% admite que más de lo necesario. Respecto al uso que da a estos artículos, el 60% de entrevistados afirma tener en cuenta siempre o casi siempre que lo que compra sea susceptible de ser utilizado en muchas situaciones diferentes; el 48% que por su calidad pueda durar muchos años, y el 28%, que el proceso de fabricación respete el medio ambiente.

Aparatos electrónicos

Respecto a la compra de aparatos electrónicos, el 70% de la población afirma que compra lo necesario, y se tiene en cuenta que los aparatos electrónicos que compran, por su calidad, pueden durar muchos años (62%), consuman poca energía (55%), se puedan reparar cuando se deterioran (49%), puedan reciclarse cuando dejan de funcionar definitivamente (47%) y, por último, que el proceso de fabricación respete el medio ambiente (31%).

Siendo el teléfono móvil uno de los dispositivos más utilizados, casi tres de cada cuatro (74%) afirman comprar uno nuevo solo cuando deja de funcionar y no se puede reparar, un 18% cuando empieza a dar problemas de funcionamiento y un 4% cuando prefiere otro móvil de mejores características.

En cuanto a los sistemas de clasificación energética de electrodomésticos, vehículos y viviendas para identificar su nivel de consumo y eficiencia, se ha reducido «ligeramente» el conocimiento de estos sistemas de información ambiental ya que afirman conocerlo el 67% de las personas consultadas, frente al 73% que sí lo conocían en 2020.

Preguntadas las personas que han participado en el estudio sobre la influencia en la compra de productos de un sistema de información que indicara en una etiqueta en qué medida se pueden reparar los productos, es decir, que señalara la facilidad con la que se podrá reparar el producto cuando se estropee, el 64% de la población afirma que «seguro» que lo tendría en cuenta y el 27%, que «seguramente» lo haría. Sólo un 5% dice que no lo tendría en cuenta.

El 63% de la población afirma desperdiciar el 5% o menos de los alimentos que compra en casa, el 24% entre el 6 y el 15% y el 6% admite que desperdicia más del 16%. El porcentaje de quienes dicen tirar a la basura un 5% o menos se ha reducido ligeramente desde 2020.

Si se instalara un sistema por el que, pagando un poco más por algunos productos, al retornar el envase a la tienda o a un punto de reciclaje le devolvieran el dinero pagado de más, casi nueve de cada diez personas (88%) dicen que estarían dispuestas a utilizar este sistema.

Consultada por la disposición a realizar acciones para lograr un mayor respeto al medio ambiente, la ciudadanía se muestra dispuesta a reducir la cantidad de comida que tira a la basura (el 69% lo ha hecho y el 25% estaría dispuesta), a comprar menos ropa y calzado (61% y 29%), usar menos la calefacción (60% y 25%), usar menos el coche (54% y 28%), y comprar menos productos con mucho envase o material de recogida (53% y 38%).

Por otro lado, hay menos disposición a viajar con menor frecuencia (el 39% lo ha hecho y el 21% estaría dispuesto) y a comprar más productos de segunda mano (27% y 32%).

El estudio se ha realizado a partir de 1.000 entrevistas telefónicas hechas en los tres territorios históricos, a principios de octubre de 2023 y mediante un cuestionario estructurado y cerrado, a personas de 18 y más años, con un nivel de confianza del 95,5%.