El detenido, un hombre de 26 años, nacionalidad albanesa y en situación irregular en España, era el encargado del mantenimiento de la plantación. Se le ha imputado un presunto delito contra la salud pública por cultivo o elaboración de droga y ha ingresado en el Centro Penitenciario de Zuera (Zaragoza), ha informado la Benemérita.
La investigación comienza tras tener la Guardia Civil conocimiento de la posible existencia de unas plantas de cannabis que se estaban cultivando en el exterior de una granja en desuso ubicada en el término municipal de Caspe.
Los agentes descubren que este lugar no tiene actividad desde hace años y que, en la actualidad, figura a nombre de una persona extranjera.
El pasado 14 de noviembre, durante una inspección por las inmediaciones del lugar, los agentes observan cómo, junto a las naves de la explotación agrícola abandonada, hay una malla de sombreo en el exterior donde se habrían cultivado plantas de marihuana.
Así, al verificar que todas las puertas de las naves se hallan abiertas y no localizar a nadie por las instalaciones, se inicia una verificación de su interior para descartar delitos.
Durante dicha inspección, se comprueba que en el interior de las naves se han construido diferentes habitáculos con láminas de aislantes térmicos destinados al cultivo de marihuana.
En dos de ellos hallan una gran cantidad de plantas de cannabis, divididas por estados de crecimiento, así como todo lo necesario para su cultivo. En ese momento, interceptan 'in fraganti' a un varón que realizaba labores de mantenimiento, que es inmediatamente detenido.
Picadura de marihuana congelada
La Guardia Civil halla también un arcón congelador que contiene varios sacos negros de plástico que contienen 60 kilos de picadura de marihuana congelada y multitud de sacos de hielo.
La finalidad de la congelación de la marihuana sería la preparación de hachís de alta calidad mediante la técnica del 'ICE-O-LATOR', que consiste en al extracción de los tricomas de esta planta que, junto con bloques de hielo, agua a baja temperatura y tamices de diferentes grosores, serían la base para la fabricación del hachís.
Generador industrial de gasóleo oculto en un zulo
Además, durante la inspección de la granja abandonada, los agentes comprueban que la electricidad no está tomada de manera fraudulenta en ninguna toma exterior al localizar una trampilla, ubicada entre las dos naves, de la cual sale humo, olor a combustión y calor.
Tras su apertura, se observa una escalera por la que se accede a una cavidad subterránea donde se halla un generador industrial de gasóleo, similar a los utilizados en muchas poblaciones para su uso cuando hay cortes de suministro de energía y cuya valoración está estimada en unos 20.000 euros aproximadamente.
La Guardia Civil continúa con la investigación con la finalidad de determinar el destino de las sustancias estupefacientes y la localización de más personas implicadas.
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