Urkullu ha respondido este viernes, en el pleno de control que celebra el Parlamento Vasco, a una pregunta del Grupo Mixto-Vox sobre la ley de amnistía.
La única representante de esta formación en la Cámara vasca, Amaia Martínez, ha reiterado las críticas de Vox a este texto y denunciado que el PNV es «cómplice y colaboracionista» de esta ley, dado que sus votos son «imprescindibles» para su aprobación.
Urkullu, en la misma línea que ha mantenido en torno a este asunto desde que se conoció el inicio de los trabajos para elaborar la proposición de ley de amnistía, ha afirmado que este texto «otorga una oportunidad a la política para reiniciar un proyecto de diálogo, acuerdo y convivencia».
Tras reafirmar su apuesta por «la vía del diálogo, la negociación y el acuerdo político», ha recordado a Martínez que, si fuera debatida en el Parlamento Vasco, la ley de amnistía «contaría hoy con el aval de más del 90%» de los representantes de la Cámara.
El lehendakari ha advertido de que la Constitución española, los principios democráticos y la convivencia, «están mucho más amenazados» en el Estado español por «la reacción de la extrema derecha» de Vox que por el contenido de la proposición de ley.
"saltarse las reglas del juego"
«Es legítimo tener posiciones críticas con esta o con cualquier otra proposición de ley. Lo que no es legítimo es saltarse las reglas del juego; y eso es lo que ustedes están haciendo», ha denunciado. Urkullu ha reprochado a los dirigentes de Vox que «utilicen los cauces legales para recurrir esta proposición de ley», pero «legitimen» solo dichos procedimientos «si les dan la razón».
El máximo responsable del Gobierno Vasco ha censurado que esa actitud «no es acorde con la esencia de la democracia». Además, en referencia a las movilizaciones contra el PSOE registradas en los últimos días --en las que se han registrado diversos incidentes y ha habido numerosos detenidos--, ha acusado a Vox de estar «alentando una sublevación callejera que se salta todas las reglas democráticas, sus principios y procedimientos».
Respecto al fondo de la cuestión, ha insistido en la necesidad de abordar «la cuestión territorial en el Estado». «¿Existe o no un problema? ¿A través de qué medios queremos resolverlo? ¿Cuál debe ser el objetivo?», se ha preguntado.
"crispación permanente"
En este sentido, ha afirmado que «es necesario abordar el fondo del problema político» existente, y ha subrayado que «el medio para resolver ese problema no puede ser la judicialización, la crispación y el choque de trenes permanente».
A su juicio, la vía para encauzar un conflicto de este tipo es «el diálogo y la negociación política», como fórmula para alcanzar «un acuerdo institucional, político y social que favorezca la convivencia».
«Por estas razones, considero que esta proposición de ley otorga a la política una oportunidad para reiniciar un proceso y un proyecto de convivencia y normalización por medios democráticos», ha manifestado.
"realidad nacional vasca"
Urkullu ha añadido que la proposición de ley de amnistía "abre una
nueva vía, dado que se ha sentado en la idea de que lo que no está prohibido, es posible«. »Si esto es de aplicación a la amnistía, debe ser de aplicación también a una mirada más profunda y que vaya más allá de la elección de un presidente", ha manifestado.
Urkullu ha recordado que en anteriores ocasiones ya afirmó que «se abre una vía para el reconocimiento efectivo de la plurinacionalidad del Estado, el reconocimiento de la realidad nacional vasca, la normalización de las relaciones institucionales bilaterales, y la apertura de nuevos cauces de expresión a las voluntades sociales mayoritarias en relación al futuro político de nuestro país». «Espero que así sea», ha añadido.
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