Un estudio de investigación del profesor Manuel Zarzo, de la Universitat Politècnica de València, recientemente publicado en la revista 'Heritage', defiende que la copa de ágata del Santo Cáliz que se venera en la Catedral de València pertenecía a la familia de San Marcos.
El investigador de la UPV ha analizado «en profundidad» cuál pudo ser la familia propietaria de esta valiosa copa de ágata, que se venera desde 1437 en la Catedral de València y que es una de las reliquias más importantes de la cristiandad, que atrae la atención de turistas y peregrinos, según ha informado la institución académica en un comunicado.
El cáliz consta de una copa superior tallada en piedra de ágata que, según la tradición, fue empleada por Jesús de Nazaret para instituir la Eucaristía. Según la tradición, la copa de ágata fue llevada a Roma y se utilizó por los primeros Papas hasta Sixto II.
En el año 258, San Lorenzo supuestamente envió la reliquia a sus familiares en Huesca para ponerla a salvo, de modo que su trazabilidad hasta llegar a València está descrita en múltiples estudios. Sin embargo, hay muy pocos indicios del recorrido de la sagrada copa desde Jerusalén hasta Roma.
El estudio del profesor Manuel Zarzo analiza en profundidad cuál pudo ser la familia propietaria de esta valiosa copa de ágata. «Hace unos años escuché que el Cenáculo, es decir, el lugar donde Jesús celebró la Última Cena, era la casa del evangelista San Marcos, cuya familia sería también la propietaria del Santo Grial. Sin embargo, en los estudios sobre el Santo Cáliz de València, muy raramente se comenta dicha posibilidad, y esta idea es ampliamente desconocida por los valencianos».
Por este motivo, explica que decidió realizar un «exhaustivo estudio bibliográfico» sobre todo lo relacionado con el Cenáculo y la biografía de San Marcos, a partir del cual han surgido «conclusiones interesantes», ha apuntado Zarzo.
Según el investigador, es «bastante verosímil» que el Cenáculo fuese la casa de San Marcos, «pues así lo defienden la mayoría de exégetas modernos». «Y lo más relevante en relación al Santo Cáliz es que San Marcos fue intérprete de San Pedro durante mucho tiempo, traduciendo del arameo al griego, y le acompañó hasta Roma, donde compuso el segundo Evangelio, probablemente hacia el año 65-67 poco después de morir San Pedro».
«Al parecer, Marcos era bastante más joven que Pedro, pero había una vinculación tan estrecha entre ambos que Pedro le denomina 'mi hijo' en una de sus cartas, en señal de aprecio. Ser conscientes de la vinculación entre Pedro y Marcos es fundamental, pues hace verosímil que una copa tan valiosa fuera llevada a Roma»,sostiene el profesor.
Zarzo considera importante vincular en lo sucesivo la historia del Santo Cáliz de València con la figura de San Marcos, ya que «refuerza la tradición y despierta el interés por los turistas y peregrinos que visitan la Catedral de València».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.