Archivo - El candidato de EHBildu a Lehendakari, Pello Otxandiano | H.Bilbao - Europa Press - Archivo

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El candidato de EH Bildu a la Lehendakaritza, Pello Otxandiano, ha asegurado que, con el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se abre «una oportunidad histórica» para gestionar la plurinacionalidad y el nuevo estatus. «Reconocer el carácter plurinacional del Estado por parte del PSOE es un avance. Igual algunos tienen que interpretar la Constitución española de otra manera, cambiar un poco el chip», sostiene.

En una entrevista a El Correo, recogida por Europa Press, Otxandiano ha vuelto a defender que gobierne la primera fuerza política en escaños, y ha destacado que el próximo Parlamento vasco tendrá mayoría «abrumadoramente abertzale y una inclinación muy clara hacia la izquierda».".

En un análisis de las próximas elecciones autonómicas vascas, señala que lo fundamental no es «debatir entre el modelo del PNV o el de EH Bildu», sino del «modelo de país».

Pello Otxandiano, que afirma que está agotada «una forma de hacer política condicionada por los intereses cortoplacistas», cree que se ha perdido la última década con «relatos autocomplacientes» de tal modo que «algunos se han limitado a gestionar el 'statu quo'».

Respecto a futuras alianzas, dice que EH Bildu, «a día de hoy», no cierra la puerta a nada ya que pueden acordar «muchas cosas con el PNV, como el nuevo estatus». «Pero también deben ser posibles los pactos con el PSE y el espacio de la izquierda confederal para dar mayor intensidad a las políticas públicas en términos progresistas», añade.

En este sentido, ha subrayado que son «partidarios de la soberanía» porque quieren «instrumentos jurídicos y políticos soberanos para hacer políticas públicas que se ajusten a nuestras realidades sociales», expresa, para añadir que los siguientes cuatro años tienen que ser los que «definan una nueva relación con el Estado en igualdad de oportunidades».

A su juicio, el reconocimiento nacional significa admitir, «entre otras cosas, el derecho a decidir, un instrumento jurídico fundamental que permita el desarrollo del autogobierno». En esta línea, cree que las bases son las que EH Bildu pactó en el Parlamento con el PNV, pero defiende que la izquierda confederal y el PSE-EE «tienen que ser parte del debate».

«Estamos en un momento político en el que el presidente del Gobierno admite que el debate de la plurinacionalidad es oportuno. Eso genera un contexto propicio», argumenta.

Por otro lado, apuesta por avanzar en materia de convivencia aplicando «una política penitenciaria ordinaria», así como «avanzar para gestionar la plurinacionalidad».

«Es una oportunidad histórica que por primera vez en la historia moderna un presidente del Gobierno dé pie a abrir ese debate. Pero a esa ambición hay que añadir paciencia estratégica», indica, para añadir que «habrá que recorrer ese camino en varias fases y habrá que hacerlo con perspectiva histórica».

Según defiende, «primero nos tenemos que poner de acuerdo entre nosotros, acudir a Madrid con una sola voz para negociar el encaje de ese nuevo estatus político en la configuración del Estado».

«Creo que por parte del PSOE hay un intento de plantear este debate desde un prisma nuevo, incluso poner en cuestión cosas que hasta ahora parecían tabú. Reconocer el carácter plurinacional del Estado por parte del PSOE es un avance. Igual algunos tienen que interpretar la Constitución española de otra manera, cambiar un poco el chip. Se necesita una mirada nueva», sostiene.

En este contexto, incide en que se está en un momento en el que «parece que se abre la posibilidad de entablar un diálogo con el Estado para tratar de gestionar el conflicto político en términos democráticos», lo que supone «una oportunidad histórica». «En el momento en que se abre la posibilidad de un diálogo bilateral, evidentemente lo que toca es agotar esa vía y ver lo que se puede hacer», añade.

Eta

Cuestionado por su reciente afirmación de que «ETA es un ciclo político en este país que afortunadamente se ha dejado atrás», Otxandiano dice que se refería «al ciclo histórico que empieza a finales de los cincuenta y termina en la segunda década de este milenio».

«Creo que hay un consenso en términos historiográficos de que ahí existió un ciclo político en el que hubo muchas violencias, la de ETA y de otras naturalezas. Y ahora tenemos la oportunidad de mirar ese ciclo de forma más templada y hacer una nueva aportación a la convivencia», añade.

En este contexto, manifiesta que pertenece a una generación política que se incorpora a la política «una vez que ETA ya ha salido de la ecuación», y defiende que en la última década se han perdido «oportunidades entre todos para buscar puntos de encuentro y para aproximarnos al dolor y al sufrimiento que ha padecido este país de una forma constructiva».

«Quienes no hemos tenido responsabilidades activas y pasivas en ese ciclo difícilmente podemos enmendar o mejorar lo que no se haya hecho suficientemente bien. Toca mirar al futuro», cree.

En su opinión, toca plantear nuevas preguntas que igual hasta ahora no se habían formulado y buscar nuevas respuestas «para acercarnos al dolor y sufrimiento de las víctimas con empatía y construir convivencia».

«La convivencia es un tema que hay que abordar, pero también tengo claro que hay una estrategia por parte de la extrema derecha para hacer tambalear a Sánchez aludiendo siempre a ETA. Ya no se trata de hablar de respeto a las víctimas, de reconciliación. Todos tenemos que hacer nuestra aportación, y yo me comprometo a hacerla, pero la dinámica política no puede verse lastrada por intereses que nada tienen que ver esa búsqueda de la convivencia», añade.