Los manifestantes se han congregado frente a la sede de la Dirección General de Recursos Humanos de la Consejería, en la madrileña calle de Santa Hortensia, donde han expresado su rechazo a los «cambios tan drásticos no consensuados ni pactados» en la convocatoria de oposiciones y que implican «la propuesta de un examen no acogido a la realidad docente de los profesionales en los centros educativos», subrayan.
En concreto, rechazan que este año se la programación y el contenido de las unidades didácticas «para un ciclo completo», en lugar de para un solo curso escolar, «multiplicando la cantidad de información en el mismo espacio y tiempo».
Una convocatoria de prueba selectiva que afecta especialmente, denuncian, a los docentes de Educación Infantil --cuyos ciclos son de tres cursos en lugar de dos, así como Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje, a los que se pide una programación general «que no van a tener que hacer cuando trabajen», además de la suya específica, han criticado los manifestantes.
En un ambiente festivo, los manifestantes han coreado lemas como «el profe luchando también está enseñando», «opos decentes para los docentes» o «es un periplo programar por ciclos». También han versionado la música de Shakira y Ozuna, sustituyendo en sus coros la responsabilidad de la 'Monotonía' por la de la 'Consejería'.
En declaraciones a Europa Press, el responsable de Educación de CSIF Madrid, Miguel Ángel González, ha apelado al «sentido común de la Consejería» para que cambie mediante una corrección de errores el formato del examen práctico para el acceso al cuerpo de maestros.
Un examen "fuera de la norma"
Su homóloga de UGT, Teresa Jusdado, ha advertido de que el procedimiento planteado por la Comunidad de Madrid «está fuera de la norma» porque «obliga a los opositores a entregar unas programaciones de ciclo en las que intervendrían varios cursos» cuando la norma estatal apunta a que tiene que ser de «un curso».
Por ello, Jusdado ha solicitado la retirada de esta convocatoria para «poder negociarla en la Mesa Sectorial», mientras que desde ANPE Madrid, su vicepresidenta, Carolina Fernández del Pino, ha acusado a la Consejería madrileña de hacer «unas oposiciones más duras que en otras comunidades» que ya en 2004 incluyeron un examen de cultura general.
«Somos la única comunidad que lo tiene. Es un poco, además, insultante. Son personas que han hecho un Grado y que lo de la cultura general se da por hecho», ha lamentado Fernández del Pino, quien ha añadido la gravedad de que este año «a cuatro meses de las oposiciones y de forma unilateral», se haya decidido que los opositores madrileños «tengan que hacer una programación, en vez de un curso escolar, de dos».
Por parte de la Federación de Enseñanza de CC.OO Madrid, su responsable de Enseñanza Pública, Aida San Millán, cree que detrás de las exigencias para los profesores de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje está el hacer «un dos por uno» para poder utilizarlos también en plazas de Primaria y «ya que no hay atención a la diversidad en los centros, que ellos mismos atiendan a ese alumnado que en el aula tiene alguna necesidad educativa».
Estos cuatro sindicatos han presentado recurso de alzada contra esta convocatoria --CC.OO además se ha dirigido al Ministerio de Educación por considerar que interfiere en la normativa estatal--, a fin de que se cambien las condiciones de examen, aunque como ha recalcado la representante de ANPE, esto no implica una paralización del proceso de oposición.
Frente a las críticas de estos sindicatos, fuentes de la Consejería de Educación consultadas por Europa Press defienden que se han adaptado las pruebas de la oposición a las programaciones docentes que los maestros tienen que elaborar en las etapas de Infantil y Primaria, en cumplimiento de la legislación estatal (LOMLOE) y autonómica (órdenes 460/2023 y 130/2023) que ya está vigente en este curso 2023/24.
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