El Taller de Arqueología de Alcañiz ha organizado diversas visitas guiadas al Centro Íberos del Bajo Aragón (CIBA), que se encuentra en el Molino Mayor de la capital bajoaragonesa, con el objetivo de dar a conocer la cultura íbera y parte de la historia medieval del municipio.
En ellas han participado varios grupos de estudiantes de Historia del IES Bajo Aragón, de Primero y Segundo de ESO, junto con su profesorado, en una campaña de visitas guiadas que desde el Taller se viene desarrollando durante todo este curso escolar 2023-2024.
El alumnado de Primero, aprovechando que en su programa educativo, la asignatura de Historia trata el pasado prerromano de la Península Ibérica, ha profundizado en la Cultura Ibérica, donde el Bajo Aragón tiene un peso importante, y muchas cosas que enseñar, como demuestra el propio CIBA.
Este centro de visitantes y museo de la Ruta Íberos en el Bajo Aragón, ha abierto sus puertas al público este miércoles 27 de marzo, en la campaña de visitas de 2024 y estará abierto toda la Semana Santa en su horario de apertura, de 11.00 a 14.00 horas, que se alargará hasta el 15 diciembre, en sábados, domingos y festivos.
A los alumnos de Segundo de ESO, la visita les ha permitido conocer de primera mano la historia medieval de Alcañiz gracias al propio edificio del Molino Mayor, construido por la Orden de Calatrava en el siglo XIII, y que es un magnífico ejemplo de arquitectura civil gótica; junto con el Castillo, también Calatravo, forman dos de los pocos ejemplos conservados de esa época en la ciudad del Guadalope.
Además, todos los grupos han visitado las dependencias del propio Taller de Arqueología de Alcañiz; allí, el alumnado ha podido conocer el trabajo diario de un arqueólogo y las labores que los voluntarios y voluntarias de la entidad realizan periódicamente para el conocimiento, estudio y conservación de una gran parte del patrimonio arqueológico alcañizano.
Más visitas
El arqueólogo y miembro del Taller, Francisco Castro Portolés, ha realizado las visitas y ha explicado que se enmarcan en una campaña más amplia que hacen desde el Taller de Arqueología con la intención de dar a conocer tanto el Molino Mayor harinero como la propia labor que realizan los voluntarios en la entidad. «Esta visita --ha dicho-- no será la última, confiamos en que habrá más en lo que queda de curso escolar, estamos abiertos a todos los centros educativos de Alcañiz y también de los alrededores».
Castro ha expresado la voluntad de que la campaña divulgativa pueda extenderse en el tiempo a lo largo de los cursos y años próximos y estar al servicio de los centros de enseñanza de todas las ramas y todos los niveles, para que puedan usar esta herramienta, este recurso patrimonial, para «reforzar o ampliar conocimientos tanto en el tema íbero como también medieval».
Ha querido dejar constancia de que el propio Molino Mayor harinero de Alcañiz es uno de los ejemplos de arquitectura gótica mejor conservados y más espectaculares de Aragón, junto con el Castillo, construidos por la Orden de Calatrava en el siglo XIII.
El arqueólogo ha asegurado que el citado Molino «es poco conocido y merece la pena divulgarlo, empezando por las nuevas generaciones, los estudiantes, pero todo el mundo debería conocer y disfrutar este pedazo de la Historia de Alcañiz que tenemos aquí».
Difundir
Por su parte, el concejal delegado de Patrimonio del Ayuntamiento de Alcañiz, que ha asistido a una de las visitas, es asimismo partidario de difundir y dar mayor visibilidad tanto al propio Molino Mayor como al Centro Íberos Bajo Aragón (CIBA).
En este sentido, Carlos Andreu --también miembro del Consejo directivo del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, con sede en el propio CIBA-- ha manifestado que «se le puede sacar muchísimo más rendimiento a este edificio, hay que optimizarlo, porque contiene y divulga una parte muy importante tanto de nuestro pasado más remoto como del medieval».
Ha comentado que es propiedad del Ayuntamiento de Alcañiz, que ha cedido su uso al CIBA, al Taller de Arqueología, y a las DO Aceite del Bajo Aragón y Melocotón de Calanda, «pero puede dar aún mucho más de sí» y a ello se dedicarán desde el Área municipal de Patrimonio Cultural.
Sobre visitas escolares, Andreu las ha calificado de «muy positivas» al argumentar que «es fundamental que los jóvenes y los niños sepan lo que tienen a su alrededor, de donde venimos y adónde vamos; es un pasado remoto, pero los arqueólogos, que hacen una gran labor, nos lo aproximan».
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