Nolasco asegura la colaboración "plena" del Gobierno de Aragón para impulsar las fiestas de Interés Turístico

En declaraciones a los medios de comunicación, Nolasco ha apuntado que la fiesta de la recreación de la Encomienda de Montegaudio «es un revulsivo turístico y económico importantísimo». Así, ha animado a vecinos y turistas a unirse y participar en el acto.

Ha explicado que se trata de una fiesta declarada de Interés Turístico de Aragón, «lo que significa que vamos por el buen camino y este es el embrión de algo mucho más grande y que podemos potenciar».

Alejandro Nolasco ha precisado que fomentar este tipo de fiestas puede llevarse a cabo desde la vía económica, es decir, aumentando la dotación para que cuenten con más recursos; aunque también mejorando las infraestructuras y telecomunicaciones. Ha reconocido que es «la pescadilla que se muerde la cola», pero desde el Departamento de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia «vamos a poner todo el empeño y dar nuestro apoyo y publicidad para mejorar».

Turismo en aragón

Por su parte, el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, quien también ha asistido, ha destacado la prioridad que otorga el Ejecutivo autonómico al turismo, al considerarlo un «sector estratégico». «Estamos dispuestos a demostrarlo, a potenciarlo, porque junto con la agroalimentación, es una fuente de ingresos en muchísimos municipios».

Alfambra, ha opinado Blasco, «es un buen ejemplo de ello», puesto que hacen un «esfuerzo especial» en potenciar su historia para generar actividad económica.

El consejero de Medio Ambiente y Turismo ha detallado que desde el Gobierno de Aragón se potencia la historia como reclamo turístico, ya que la comunidad autónoma cuenta, por ejemplo, con un importante número de castillos que refuerzan esta estrategia. Por este motivo, Blasco ha indicado que se está trabajando en posibles vías para la rehabilitación de los de Celadas, Alfambra, Escorihuela y Cedrillas.

En este punto, ha comentado que otras poblaciones como Valderrobres, Mora de Rubielos, Peracense o Albarracín alcanzan los 20.000 y 30.000 turistas anuales, con su correspondiente repercusión en la economía local. A ello se suman los restos de yacimientos arqueológicos o de fortalezas medievales.