El acceso a la pornografía entre niños y adolescentes o el uso inadecuado de las redes sociales y los dispositivos móviles en este colectivo son algunos de los puntos que más preocupan a Proyecto Hombre Madrid, que con motivo de la celebración este domingo del Día Mundial de la Salud ha alertado sobre los riesgos de las patologías mentales en los más jóvenes.
Especialmente ha puesto el foco en el consumo y acceso temprano a la pornografía el psicólogo de Proyecto Hombre Madrid, Pablo Llama, en declaraciones a Europa Press. «Nos guste o no, la pornografía se ha posicionado como la educación sexual del siglo XXI», ha advertido.
Para Llama, «falta una educación sexual reglada y consensuada», lo que deja su espacio entre los más jóvenes a una pornografía que presenta «bastantes carencias para ser educativa». Sobre este punto, enfatiza que los contenidos pornográficos a los que acceden adolecen de «mucha violencia» y de abordar las relaciones sexuales de un modo «muy desigual» que «cosifica mucho a las mujeres».
Además, este profesional subraya que en Proyecto Hombre Madrid están detectando un acceso «cada vez más temprano» a la pornografía, de media «a los doce años», aunque algunos ya lo hacen «a los ocho, nueve o diez», debido a las facilidades que ofrecen para ellos los dispositivos móviles.
De esta forma, en la franja entre 14 y 16 años su consumo «ya es bastante habitual» entre los menores, los cuales tienen dificultades para «manejar» esos contenidos, «diferenciar entre las expectativas y la realidad» y que sean capaces de establecer unas pautas acordes a su edad para poder «tener una sexualidad adecuada».
En concreto, según el Plan Nacional Sobre Drogas, el 29,4% de los menores entre 14 y 18 años consumen este tipo de contenido de manera semanal, y en la mayoría de los casos lo hacen a través de plataformas gratuitas donde cerca del 90% de las escenas son agresivas o violentas.
El consentimiento, víctima de la influencia de estos contenidos
«Sus relaciones sexuales se ven muy influenciadas por este tipo de prácticas, que en muchos casos son violentas», remarca el psicólogo, quien apunta que aunque los mayores consumidores son varones heterosexuales, muchas de las damnificadas por sus consecuencias son mujeres, que sufren la normalización de conductas inadecuadas por parte de sus parejas, incluida la falta de consentimiento en algunos casos.
No obstante, Pablo Llama se refiere también a los propios consumidores de esta pornografía como perjudicados, pues son víctimas en muchos casos de sus propias expectativas o de la presión de lo que se espera de ellos, explica.
Según se apunta desde Proyecto Hombre Madrid, este consumo a edades tempranas provoca falta de autocontrol, consumo impulsivo, adicción a este contenido o al sexo y disfunciones sexuales, entre otros. También hipersexualización, malestar psicológico por la presión de seguir ciertos roles o realizar prácticas no deseadas o trastornos del estado del ánimo.
«Tenemos bastante trabajo para intentar paliar», subraya Llama, quien apuesta por poner el foco en la educación y no tanto en el control de los dispositivos. «Lo que me encuentro mucho conocimiento técnico en los jóvenes, pero poca percepción de riesgo», abunda el psicólogo.
Así, aunque reconoce como «necesarios» los controles parentales en los dispositivos, advierte de que sin educación sexual «de alguna manera es poner puertas al campo», pues pese a que en casa se restrinja el acceso a un teléfono, «sus compañeros o sus primos lo tienen», de modo que «van a acceder» por mucho que se trata de evitar. «Lo importante que tenga capacidad de discernir», insiste Llama.
Para este psicólogo de Proyecto Hombre Madrid, el problema del consumo del porno se percibe «desde hace años», pero es ahora cuando se van manifestando «las consecuencias» incluso en el aspecto clínico, explica.
Un 25% de los adolescentes tienen síntomas de depresión moderada
Ante el incremento de patologías relacionadas con la salud mental de los más jóvenes, Proyecto Hombre Madrid advierte de que en España cerca de un 25% de los adolescentes presenta síntomas de depresión moderada, más del 15% síntomas de ansiedad grave y cerca del 5% ha intentado quitarse la vida, cifras «muy elevadas que evidencian la importancia de cuidar la salud mental de los jóvenes», subraya la entidad, identificando comportamientos o síntomas que indican que detrás puede haber un problema psicológico que ha de tratarse con un profesional.
Desde el servicio de asesoramiento y tratamiento a menores, jóvenes y sus familias de Proyecto Hombre Madrid, se incide en la importancia de abordar aquellos aspectos que más preocupan a los jóvenes, que tantas consecuencias tienen en su salud mental, y que quizá, debido al salto generacional, nos cueste más identificar o gestionar como adultos.
Según sus datos, el 97% de los menores españoles entre 14 y 18 años utiliza Internet como medio de ocio, siendo un 23,5% los que realizan un uso compulsivo y el 10% de las demandas de tratamiento recibidas por Proyecto Hombre Madrid están relacionadas con este uso inadecuado de las pantallas.
Desde Proyecto Hombre Madrid se ofrece un servicio de asesoramiento y tratamiento a menores, jóvenes y sus familias, en el que resolver estas dudas y abordarlas junto a profesionales, para lo cual cuenta con los teléfonos 638 155 383 y 91 542 02 71, así como el correo electrónico info@proyectohombremadrid.org.
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