En primavera, especialmente, se produce el mayor crecimiento de vegetación, de manera que requiere un seguimiento especial en los puntos de aparición de estas plantas, según explican a Europa Press desde el departamento que dirige Carlos Novillo.
Es lo que ha ocurrido en lugares como Cenicientos, donde ya se han retirado más de 1.700 metros cuadros del heleho de agua (Azolla filiculoides), que causa daños en los ecosistemas y a las especies autóctonas. Crece rápidamente y forma densas colonias en la superficie del agua que disminuyen la penetración de la luz solar, la oxigenación del agua y la disponibilidad de alimento para organismos acuáticos autóctonos, principalmente anfibios.
Esta dañina especie se ha hecho presente en la Charca de la Alberca, un humedal catalogado (y protegido) de la Comunidad de Madrid que supone un importante enclave para la reproducción de anfibios. La planta consiguió ocupar la totalidad de la superficie de la charca (0,17 ha) generando unas condiciones que comprometían gravemente la reproducción de los anfibios.
La extracción de la planta se realizó de forma manual, accediendo al interior de la charca con vadeadores manuales mediante sacaderas y esportones.
La planta extraída fue revisada minuciosamente para detectar posibles anfibios o larvas de los mismos y devolverlos al agua. De este modo, se devolvieron los ejemplares de anfibios autóctonos encontrados, como el gallipato (Pleurodeles waltl) o el tritón jaspeado (Triturus marmoratus).
El Ayuntamiento de Cenicientos colabora en este proceso para mantener la charca despejada y mejorar la capacidad reproductora de los anfibios.
Intervención en los arroyos valchico y meaques
El seguimiento y extracción también se realiza con la especie de Ludwigia grandiflora, que afecta a los arroyos Valchico y Meaques desde 2020. Su peligro se encuentra en la elevada capacidad de extensión y de desequilibrar el ecosistema.
Esta planta de origen americano, a pesar de su bonito aspecto, como una alfombra verde salpicada de flores amarillas, debido a su rápida colonización y extraordinario desarrollo, pone en serio peligro la estructura y el equilibrio de los ecosistemas en los lugares que aparece.
En su invasión del espacio desplaza otras especies autóctonas y contribuye negativamente a cambiar las condiciones físico-químicas del agua afectando de forma significativa a la biodiversidad. Por todo ello ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies exóticas Invasoras.
Plantas invasoras
El Gobierno regional ha realizado varias campañas de extracción para evitar su propagación. Con la ayuda de la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Tajo, se han extraído las plantas invasoras, tanto con medios mecánicos (retroexcavadora giratoria) como manuales, como la labor más minuciosa realizada a mano por una cuadrilla de personal especializado en estos trabajos, que resultan complicados en los cauces.
El Jacinto de Agua (Eichhornia crassipes) es otro ejemplo de especie invasora, que se empleó para adornar estanques y hoy puede encontrarse en el medio natural.
La Consejería de Medio Ambiente recuerda que no está permitida la introducción de especies, subespecies o razas geográficas alóctonas, cuando estas sean susceptibles de competir con las especies silvestres autóctonas, alterar su pureza genética o los equilibrios ecológicos.
En el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras están incluidas todas estas amenazas para los ecosistemas, el equilibrio natural e incluso la agricultura. Suponen, junto con la introducción de especies de fauna, un peligro frente al que estar en guardia permanente para conservar nuestro rico patrimonio natural en la Comunidad de Madrid.
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