Foto de familia de VOX con los ponentes de la jornada que tuvo lugar en las Cortes el 24 de mayo. | VOX.

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El portavoz de VOX en las Cortes de Aragón, Santiago Morón, ha afirmado que «Es cuestionable que estamos ante una emergencia climática», cuestionando «los cambios de los sistemas productivos que están modificando la economía y nuestra forma de vivir», y se ha preguntado si las medidas que se están adoptando en nombre de tal emergencia «son ponderadas y se ajustan a la realidad».

Así lo señaló el portavoz del grupo parlamentario VOX en las Cortes de Aragón en la clausura de la jornada sobre emergencia climática celebrada en la Aljafería, el 24 de mayo.

La jornada sirvió, según dijo «para poner de manifiesto lo que hay de objetivo y verificable: Que el clima cambia, que ha habido diferentes etapas a lo largo de la historia y que el calentamiento en distintas zonas del planeta, durante las últimas décadas, es una evidencia».

Asimismo, «se conoce el papel de los gases de efecto invernadero en el incremento de las temperaturas, pero falta evidencia para determinar el régimen de precipitaciones, como en determinadas políticas hidrológicas nos quieren hacer creer».

"un espacio de libertad"

Morón ha definido la jornada como un espacio de libertad con dos científicos para hablar sobre el clima y consideró cumplidos los objetivos de la cita.

«La ciencia no se hace por consenso y no por ser más se tiene la razón», enfatizó. Y también, recordando a Ortega y Gasset, «ciencia es todo aquello sobre lo cual cabe disentir». «Cuando planteamos estas cosas, a veces se nos tacha de negacionistas porque dicen que estamos en contra del consenso. Pero como bien dijo Ortega, ciencia no es consenso sino investigación, y capacidad de disentir de una opinión reinante».

Los ponentes Javier del Valle, doctor en Geografía y autor del ensayo 'Premoniciones. Cuando la alerta climática lo justifica todo', e Ignacio Pérez-Soba, doctor ingeniero de Montes y decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes en Aragón, fueron los científicos que ofrecieron sendas ponencias antes del turno de intervenciones del público.

Del Valle afirmaba que el alarmismo climático es rentable y parece que nadie tiene responsabilidades, preguntándose qué hay detrás de la enorme campaña mediática y política sobre el Cambio Climático. Consideró que se desvía la atención de otros temas ambientales reales y se refirió a contaminación de aguas continentales y mares, a la contaminación de la atmósfera, a la pérdida de biodiversidad o la inadecuada gestión de residuos en muchos países.

Tras afirmar que el clima del planeta está en constante evolución, defendió que «no hay que ser catastrofista sino afrontar el futuro con esperanza y desarrollar instrumentos de observación y adaptación a la evolución del clima». Javier del Valle concluyó que «debemos intervenir con responsabilidad sobre aquello en lo que tenemos capacidad de acción».

Por su parte, Ignacio Pérez-Soba, se refirió a cambios climáticos, en plural. Para señalar que «hay un calentamiento global, pero no pocos de sus efectos serán regionales». Y en este sentido defendió que no procede declarar un «estado de emergencia climática». «¿Compromiso, prioridad, urgencia? ¿Mucha urgencia? Sí. ¿Emergencia? No», subrayó.

El decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes en Aragón planteó mejorar la eficiencia y la coherencia de las actuaciones contra el calentamiento global.

«El objetivo no es reducir las emisiones de GEI: es disminuir su concentración en la atmósfera. Se dedican muchos esfuerzos a reducir las emisiones, y muy pocos a promover los sumideros naturales de CO2».

En este sentido recordó que «en España tenemos un enorme potencial para capturar más CO2 en nuestros montes: casi 28 millones de hectáreas en España --el 55 % del territorio nacional--, y 2,75 millones de hectáreas en Aragón --el 58 % de la superficie de la Comunidad--. Mediante repoblaciones forestales podemos crear nuevas masas arboladas, y mediante tratamientos de selvicultura, podemos favorecer su mayor captura de carbono».

Pérez Soba manifestó que «debe prestarse más atención a la implantación de estrategias de adaptación al calentamiento global. El calentamiento ya está aquí, y va a estar con nosotros bastante tiempo: las emisiones acumuladas, mientras no se contrarresten con grandes sumideros, determinarán en gran medida la temperatura media global en superficie durante el siglo XXI».

«Hay que invertir decididamente en los sumideros naturales de CO2, especialmente en la gestión forestal --repoblaciones, selvicultura y ordenación de montes--, y promover el uso de la madera, en particular en la construcción. Invertir en ingeniería de montes es estratégico para España».

«Las actuaciones públicas han de seguir también un análisis coste/beneficio y evitar limitaciones o prohibiciones que no respondan a un diagnóstico previo», concluyó.