Archivo - Conflicto laboral en Bilbobus | Europa Press - EUROPA PRESS - Archivo

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El Departamento de Trabajo del Gobierno vasco estudiará la solicitud de ampliar los servicios mínimos en Bilbobus que le ha realizado la empresa Biobide, una vez que concluya este miércoles el plazo para alegaciones. Asimismo, ha asegurado que ha mantenido contactos informales con todas las partes y, en estos momentos, «no ve condiciones» para una mediación, si bien tampoco han recibido una petición expresa escrita para ello, según ha confirmado la viceconsejera de Trabajo del Gobierno vasco, Elena Pérez Barredo, en declaraciones a Europa Press.

Pérez Barredo se ha referido, de esta manera, a la situación de este conflicto en el que los trabajadores reclaman una mejora de sus condiciones laborales y desde el pasado 9 de abril mantienen una huelga indefinida, de lunes a viernes. El Ayuntamiento de Bilbao, por su parte, ha iniciado el proceso para rescindir el contrato a Biobide, adjudicataria del servicio, y sacar una nueva licitación.

Precisamente, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, en unas recientes declaraciones ha asegurado que se trata de una huelga que «no tiene justificación» y apuntaba a la posibilidad de explorar una mediación o arbitraje, a la vez que defendía ampliar los servicios mínimos.

Pérez Barredo ha confirmado que la empresa solicitó hace unos días la ampliación de los servicios mínimos en base al cambio que se había producido en la convocatoria de la huelga, que pasó desde el 9 de abril a ser indefinida de lunes a viernes.

La viceconsejera ha explicado que, de acuerdo al procedimiento establecido, se ha abierto un plazo de alegaciones de tres días para que el Ayuntamiento de Bilbao y los convocantes de la huelga presenten las alegaciones que consideren pertinentes ante la solicitud de la empresa.

El plazo de alegaciones concluye este miércoles y Trabajo estudiará las mismas para tomar una decisión «en base al equilibrio que hay que tener entre los distintos derechos fundamentales que se encuentran en lucha en una convocatoria de huelga, el derecho fundamental a la huelga y, por otro, el derecho fundamental a la libre circulación o incluso el derecho fundamental a la salud, teniendo en cuenta las emisiones de efecto invernadero que producen la movilidad privada». «Hay que ponderar los diferentes derechos fundamentales que están en juego», ha agregado.

Pérez Barredo, que ha indicado que «en unos días» habrá una respuesta de Trabajo a la solicitud de ampliar los servicios mínimos, ha señalado que, en la actualidad y como suele ser habitual en Euskadi, los servicios mínimos en el Transporte son del 30% y así es en el caso de Bilbobus. Según ha apuntado, solo en una ocasión se elevaron los servicios mínimos con motivo de una huelga indefinida del Metro.

La viceconsejera de Trabajo ha recordado que los servicios mínimos «imponen un punto de partida», a partir del cual, son las empresas y los representantes de los trabajadores lo que organizan ese 30%, teniendo en cuenta las limitaciones que la propia orden impone en cuanto a priorizar el acceso a los centros educativos, los hospitales o las líneas que no cuenten con alternativas de transporte público.

Mediación

Por otra parte, en relación a la posibilidad de una mediación de Trabajo, tras apuntar que la mediación implica «facilitación, ayuda y hablar con las partes para que se pueda producir», ha señalado que se han dado «contactos informales» con todas las partes pero no ha habido tampoco una petición expresa por escrito de mediación.

No obstante, ha apuntado que hay que tener que en cuenta que en este conflicto se ha producido «un hecho destacable» y es que es el 16 de mayo se llegó a un preacuerdo que no fue ratificado por la asamblea de Trabajadores, de manera que se da una «situación diferente a lo que se puede producir en otros conflictos donde no hay ese preacuerdo».

«Ahora tendríamos que volver a empezar de cero o modificar ese preacuerdo al que estaba establecido. Desde el 16 de mayo hasta ahora se han producido contactos informales, pero no ha habido una formalización expresa de mediación», ha manifestado.

Elena Pérez Barredo ha señalado que el procedimiento que sigue siempre Trabajo para una mediación ha sido «petición expresa y acuerdo de todas las partes para someterse a una mediación», que, según ha puntualizado, no implica que desde el Gobierno vasco se decida cuál es el acuerdo, sino que se «ayuda a las partes» a acercar posturas.

Según ha precisado, en esos contactos informales que se han producido «no se ven condiciones en estos momentos para que se pueda avanzar en ese camino de mediación».

«Hemos llegado a un punto en el que algo tenemos que pensar, seguir hablando, evidentemente, entre las partes, eso lo hacemos siempre», ha agregado.

La viceconsejera de Trabajo ha recordado que todos los conflictos terminan con «un acuerdo» que «ponga encima de la mesa cuál es lo mejor para la empresa y para los trabajadores».

Tras apuntar que, en este caso, se trata de un servicio de transporte a la ciudadanía, Pérez Barredo, que cree que es importante al discreción en este conflicto, ha hecho un llamamiento a las partes a que se siga negociando y se llegue a un acuerdo.

Pérez Barredo ha afirmado que en Bilbobus se está dando una revisión contractual, y reconoce que no es un «conflicto fácil» pero se ha mostrado convencida de que «se arreglará, como siempre se han arreglado todos los conflictos, con un acuerdo».

«Hubo un preacuerdo el mes pasado, el 16 de mayo, que no fue ratificado por la asamblea de Trabajadores, hay que estudiar por qué los trabajadores han considerado que ese preacuerdo que, al menos en principio había alguna parte sindical consideraba suficiente, lo ven insuficiente. Y a partir de ahí establecer, nuevos caminos para el diálogo y la solución del conflicto», ha manifestado.

Pérez Barredo ha añadido que esta opción de mediación es distinta de la de un arbitraje, que está sujeto a unas reglas jurídicas e implica el nombramiento de un árbitro que es el que decide y hay un laudo de obligado cumplimiento. Según ha recordado, se produce porque bien las partes están de acuerdo en someterse a un arbitraje, algo que «no ha ocurrido» en este conflicto, o bien porque esté en peligro la economía nacional, «cosa que tampoco ocurre en este caso».