Técnicos en la Casa Amparo. | AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

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El Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado las obras de rehabilitación de la cubierta de la iglesia de la Casa Amparo, que cuentan con una inversión de 433.943,63 euros y su ejecución corre a cargo de la empresa BCO Construcciones y Servicios SL, con una duración de seis meses.

Las obras fundamentales previstas incluirán también correcciones y la subsanación de algunos aspectos complementarios que afectan al exterior del edificio en lo referente a las humedades que suponen un deterioro del mismo.

«Existía una preocupación por el estado de las cubiertas», ha advertido el consejero municipal de Urbanismo, Víctor Serrano, por lo que en 2020 se ordenó empezar el proyecto para su arreglo.

La cubierta o tejado en sí no tiene valor histórico o documental, por lo que se puede ejecutar una renovación integral de la estructura con materiales de mucha mayor durabilidad, aunque conservando todos aquellos aspectos que definen sus características arquitectónicas.

De este modo, «se ha comenzado a demoler la cubierta actual, empezando con la retirada de las tejas y conservando las que se encuentren en buen estado para su reutilización. Se eliminará el tablero de cañizo y yeso, así como la estructura de madera existente, evitando el apoyo en las bóvedas. Se hará un reparto de las cargas estructurales y se restaurarán las cornisas», ha resumido Víctor Serrano, quien ha advertido que también se ejecutarán numerosas labores de carpintería, bajantes de pluviales, electricidad, protección antiincencios y seguridad.

«El deterioro de la cubierta era generalizado y progresivo, con riesgo evidente de colapso de algunas vigas. Ya se hizo un refuerzo interno como solución temporal, pero ahora estamos actuando de manera integral», ha explicado Serrano, resaltando el compromiso del Gobierno municipal con el patrimonio histórico artístico de la ciudad.

Trabajos de preparación

Los trabajos preparativos se iniciaron hace varias semanas en el interior de la iglesia, que forma parte del conjunto de lo que era el antiguo Convento de Santo Domingo y que, según todas las fuentes, tenía en su origen el uso de dormitorio, aunque su tipología no se corresponde con los dormitorios medievales conservados.

Se trata de una nave rectangular con cinco tramos de bóveda de crucería, que ha quedado insertada con el paso del tiempo entre los distintos edificios y servicios que conforman el inmueble, por lo que carece de una portada relevante y se accede desde uno de los dos patios.

Del interior de la iglesia se han descolgado ya las lámparas, de casi dos metros de altura, que se regulaban desde la entrecubierta en la que ahora se actúa. Una vez protegidas, se ha procedido a entrar en la sacristía, donde se ha eliminado un falso techo que ocultaba la sexta bóveda de crucería.

El espacio, en el que se sanearán ahora las humedades y otros desperfectos, se va a adecuar para posibles visitas en el futuro. Después se ha montado una grúa en uno de los patios de la Casa de Amparo, se ha instalado el andamiaje y los obreros han comenzado ya a retirar el tejado.

En próximas semanas, se iniciará el proceso de reforzar los apoyos de la estructura para volver a levantar el tejado. Asimismo, el espacio de la entrecubierta --entre las bóvedas de la iglesia y el tejado-- se va a adecuar, mejorando las medidas de seguridad para las labores de mantenimiento necesarias, convirtiéndolo así en una zona transitable.

Historia del convento de santo domingo

El original Convento de Santo Domingo fue fundado por Jaime I en el siglo XIII y mantuvo el apoyo de los reyes de Aragón durante siglos. Se considera por tanto, el convento más antiguo de la ciudad.

Así, a lo largo del siglo XIV constan ya la mayoría de las edificaciones fundamentales complementarias al templo, como el refectorio, el dormitorio, el claustros. Ya por aquella época, el convento era un foco de cultura y donde se produjeron importantes acontecimientos históricos, como la utilización por la Corona como lugar para la celebración de Cortes en el refectorio, la actual Biblioteca y Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, que se rehabilitó en 2001 y da al paseo de Echegaray y Caballero.

En los siglos posteriores, el convento mantuvo continuas transformaciones, aunque la más destacable fue la reconstrucción de la iglesia en el siglo XVII. Después, en el siglo XIX, sufrió las invasiones napoleónicas y las leyes de desamortización. Hasta que los edificios fueron ocupados por el Ayuntamiento de Zaragoza en 1837.

La Casa de Amparo se establece en 1871 en un pabellón construido en el solar del Convento de Santo Domingo. El edificio fue ampliado a partir del año 1885 según proyecto de Ricardo Magdalena, dándole al edificio la disposición que tiene actualmente y marcando las directrices que se seguirán hasta la conclusión de mismo.

En 1905 se iniciaron las obras del pabellón que da a la calle de Predicadores. Entre los años 1931 y 1935 se finalizaron las obras de la Casa de Amparo, ejecutándose dos nuevos pabellones: el pabellón norte y uno de los laterales. En 1940 se realizaron obras de remodelación interior y restauración de la iglesia y en 1944 se llevó a cabo obras para embellecimiento de vestíbulo.