Presentación de la Feria de Oficios Perdidos en la sala de prensa de la DPZ | Europa Press

TW
0

La localidad zaragozana de Lituénigo celebra este sábado 6 de julio la XXII Feria de los Oficios Perdidos, una de sus grandes citas del año, que espera recibir a unos 3.000 visitantes, y en la que sus 120 vecinos censados se involucran para mostrar el buen saber hacer de sus antepasados en labores y tradiciones todavía muy útiles, que sin embargo, ya tienen más presencia en los museos etnográficos que en el día a día.

La feria, declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón, está organizada por la Asociación Los Ancebillos, en colaboración con el Ayuntamiento de Lituénigo y ofrece un completo programa de demostraciones en vivo, además de talleres para empaparse de los duros oficios con los que bisabuelos y abuelos se ganaban la vida.

«No podemos perder este saber tan valioso, sino que debemos recuperarlo y dejárselo a las generaciones futuras de ahí que esta feria sea tan valiosa», ha resaltado el diputado provincial Eduardo Arilla, quien este martes ha presentado la Feria en compañía de la alcaldesa de la localidad, Clara García; el presidente de la Asociación Los Ancebillos, Mariano Tejedor; y el miembro de la junta de la Asociación Los Ancebillos y community manager ,Guillermo García, autor del cartel de la feria y del vídeo promocional que puede visionarse en 'www.youtube.com/watch?v=1qizBOoLrsQ'.

Una cita que Arilla ha situado «entre las mejores de España y una de las más destacadas de la provincia» y en la que se muestra «el esfuerzo, la ingeniería y los criterios de sostenibilidad que ya tenían los vecinos de los pueblos».

Las demostraciones se desarrollarán en seis puntos de interés repartidos por esta localidad del Moncayo y darán comienzo a las 10.00 horas en la Plaza del Castillo con el pregón, que correrá a cargo del divulgador Eugenio Monesma. En ese lugar habrá demostraciones de herrería, adobas y ladrillos, leñadores, herrador y un photocall para retratarse.

«La nuestra es una feria auténtica porque el 80% de quienes están en los puestos son gente del pueblo, apenas vienen de fuera», ha destacado el presidente de la Asociación Los Ancebillos, Mariano Tejedor, cuya agrupación, de 533 socios rebasa con mucho el apretado censo de Lituénigo. «Son hijos y nietos que han visto y aprendido esas labores que realizaban sus abuelos y, por tanto, saben lo que es bajar a lavar al río y conocen las adobas puesto que en el pueblo hay varias casas construidas con esa técnica», ha explicado.

Una correa de transmisión que el pueblo de la alcaldesa Clara García se empeña con lubricar con la incorporación de los jóvenes: «Cada año vamos incorporando a gente joven del pueblo para que aprendan diferentes oficios porque la feria ya tiene 22 años y los mayores hace tiempo que empiezan a faltar. Lo hacemos por ellos», ha subrayado.

Así, el herrero de Lituénigo ya cuenta con su nieto como aprendiz para que al menos en esta feria su puesto siga sorprendiendo a los visitantes con su artesanía ancestral.

"La feria tiene un gran componente didáctico para que los jóvenes entiendan sacrificio que afrontaban a diario sus abuelos y bisabuelos, cómo bajaban al río a lavar la vajilla envuelta en un capazo, o cómo trabajaban el carbón, cómo segaban, y el resto de oficios antes cotidianos.

Tras el pregón, la atención se dirigirá al campo, donde se asistirá a la siega y la trilla. A las 12.00 horas está previsto un taller de malabares. Asimismo, se sorteará una cesta.

A las 14.14 horas se cantarán albaldas en la plaza y a las 15.00 horas se celebrará la comida popular. Por la tarde, los puestos reabrirán a partir de las 18.00 horas y se desarrollará otro taller de malabares. El espectáculo de las albaldas regresará a las 20.30 horas antes del encendido de la carbonera y del sorteo de una nueva cesta.

Al caer el sol se llevará a cabo una degustación de los productos elaborados en el taller de chorizos y morcillas. La jornada festiva y divulgativa se cerrará con la música celta del grupo turolense Lugh.