Así lo ha expresado la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, a través de sus redes sociales, tras la información publicada en 'El País'. «Después de que nuestros técnicos hayan examinado minuciosamente el estudio, no hay duda: la posible fosa común se detecta en una zona dentro de la parcela en la que el Ayuntamiento insiste en construir el macrocantón», ha asegurado.
La portavoz considera que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, debe «explicar por qué mintió» y sobre todo «paralizar inmediatamente el proyecto del macrocantón».
Además, ha subrayado que esto es importante porque si es una fosa común, la Ley de Memoria Democrática «obliga a la investigación, recuperación e identificación de los posibles restos». «Es decir, implicaría paralizar el plan de Almeida de construir esta megainstalación», ha señalado.
En la misma línea, el portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento, Eduardo Fernández Rubiño, ha censurado en declaraciones remitidas a los medios de comunicación que el alcalde de Madrid «mienta» a los vecinos y quiera construir ese cantón «de manera unilateral».
«Les dijo que no había restos humanos de brigadistas internacionales y desde Más Madrid hemos podido acceder por fin al informe de georradar y este informe confirma que hay una alta probabilidad de que en la parcela haya restos humanos de brigadistas internacionales según han podido comprobar nuestros técnicos», ha trasladado.
Rubiño ha expresado que se trata de algo «muy grave» porque Almeida ha intentado «manipular un informe de georradar para evitar que se cumpla con la Ley de Memoria Democrática que obliga a preservar la zona para investigar y en su caso recuperar e identificar los restos de 451 brigadistas asesinados y arrojados a una fosa común».
Fuentes municipales han insistido en que el Ayuntamiento ha realizado tres estudios para comprobar la existencia de la fosa con los restos de brigadistas en la parcela donde se proyecta la construcción de un cantón en Montecarmelo.
Se trata de un análisis de cartografía y fotografías aéreas históricas, seis sondeos y 10 ensayos de resistencia del suelo y un análisis de tomografía y georradar, a lo que han apostillado que el informe final del georradar, el más exhaustivo, ha sido contrastado por tres arqueólogos externos.
Tras ello, han subrayado que los técnicos descartan la presencia de una fosa común en el espacio donde se irá el cantón. Sí que detectaron una anomalía compatible por tamaño con una fosa, pero «se tendrá que analizar si alberga los restos de los brigadistas». Esto se encuentra a una distancia de casi 12 metros del cantón y 6,5 de la vía de acceso.
El Ayuntamiento autorizó el acceso al Gobierno central para investigar esta anomalía, cumpliendo los requisitos legales que establece la Ley de Memoria Democrática aprobada por este mismo Ejecutivo en 2022.
Además, han señalado que se han mantenido ocho reuniones con la Plataforma contra el cantón de Montecarmelo para encontrar «una ubicación de consenso» dentro de las parcelas que los técnicos municipales han analizado y considerado viables técnica y urbanísticamente.
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