Una de las recreaciones que pueden verse en el castillo de Quicena. | CASTILLO DE MONTEARAGÓN

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El Castillo de Montearagón acaba de poner en funcionamiento su propio espacio web para favorecer la difusión del patrimonio y la historia de la fortaleza de Quicena y de las actividades recreacionistas que en él se organizan, la próxima este mismo 15 de agosto, con un viaje en el tiempo hasta al siglo XVI, en pleno Renacimiento.

La web 'castillodemontearagon.es' pretende ir más allá de un mero portal de reservas y quiere convertirse en un espacio de conocimiento sobre una parte de la historia de Aragón. Para ello comparte contenidos tanto en español como en inglés y francés sobre la historia de la propia fortaleza, de la construcción del reino de Aragón, el proceso de conquista del Alto Aragón, así como el papel temporal de la fortificación como abadía.

«El portal web es la punta de lanza de la gestión turística que vamos a poner en marcha en los próximos meses dentro de una gestión integral del monumento en la que, además de las visitas guiadas y las recreaciones concretas que se vayan organizando, se incluirán también diferentes actividades culturales para convertir Montearagón a la larga en un pulmón socioeconómico de la zona», expone Darío Español-Solana, en declaraciones a Europa Press.

Español-Solana es el responsable del Laboratorio de Desarrollo, Historia y Patrimonio de la Universidad de Zaragoza (HPLab), empresa adjudicataria del programa de visitas guiadas al castillo.

Desde su reapertura al público el pasado mes de marzo, Monteragón ha recibido alrededor de 3.000 visitantes, una cifra muy notable teniendo en cuenta por un lado que hasta final de junio solo abrió los fines de semana --en julio y agosto permanece abierto todos los días-- y que en el interior del castillo solo puede haber un máximo de 30 visitantes al mismo tiempo.

«Tenemos el hándicap de que el Ministerio de Cultura, propietario del bien, establece ese límite de 30 personas para asegurar la sostenibilidad del monumento. Esto nos obliga a afinar mucho y a darle a la cabeza para hacer proyectos sostenibles y por ello hemos montado espacios de recreación en el exterior para que haya varios grupos que vayan rotando en cada punto de la visita, lo que nos ha permitido llegar a sumar 300 visitantes en un día entre los diferentes turnos», añade Español-Solana.

Las recreaciones históricas son las «actividades estrella», reconoce el gestor. En agosto restan dos citas, la de este próximo jueves 15 de agosto y la última del ciclo, el día 24. «La gente suele asociar recreación a teatro, pero no tiene nada que ver, el teatro es teatro y en las recreaciones lo que hacemos es reconstruir la cultura material del pasado», puntualiza.

En el Castillo de Montearagón «hay demostraciones en directo, se deja ver, tocar, tenemos armas, armaduras, el vestuario de la época, enseñamos cómo era un astrolabio, mostramos en suma cómo era la tecnología medieval y los visitantes entienden cómo se construyó el castillo en sus diferentes periodos».

En la última exhibición se recreó el siglo XV, cuando tuvo lugar el primer incendio y comenzó el declive de Montearagón. Para ello, comenta Español-Solana, «traemos un cañón real que dispara y explicamos cómo eran y se manejaban las armas de avancarga y cómo se asediaba un castillo con artillería».

La web también ofrece con todo detalle el calendario con los diferentes horarios de visita disponibles y las recreaciones programadas y facilita la adquisición de entradas según las diferentes tarifas disponibles.

Próximamente contará con materiales descargables para dotar de contenido los proyectos educativos y completar las visitas organizadas para grupos de escolares que se suceden a lo largo del año.

«A partir de septiembre queremos mover varios proyectos educativos sobre la Edad Media para trabajarlos sobre todo con Primaria y atraer a colegios de la provincia de Huesca y del resto de Aragón, parte de la Cataluña Occidental y Navarra. Somos una spin-off de la Universidad de Zaragoza dedicada a la investigación en materia de educación patrimonial y de esta manera los alumnos podrán valorar la construcción de los castillos en esa época», ha destacado.

La gestora cultural también tiene previsto programar todos los domingos del año diversas actividades en familia sobre cómo se miraban las estrellas en la Edad Media, talleres de alfarería y construcción,así como esgrima histórico para niños y mayores.

Un símbolo de la comarca

El castillo de Montearagón, la fortaleza mandada construir por Sancho Ramírez en 1086 para asediar y reconquistar la capital oscense del poder musulmán, reabrió sus puertas el pasado 17 de marzo tras tres años cerrado por obras y diferentes problemas que demoraron su reapertura.

Monumento Nacional desde su declaración de 1931, el atractivo turístico de la localidad oscense de Quicena ha recuperado el brillo con las diferentes visitas guiadas y las recreaciones históricas que atraen a familias, apasionados de la cultura y los monumentos y vecinos de la zona.

«El Castillo de Monteragón ha estado siempre ahí como un faro que se ve desde todos los puntos de La Hoya y este es el primer paso para dignificarlo. Ahora ya se puede visitar y acabas haciendo muchas actividades que permiten ampliar la oferta para la gente, que puede plantearse pasar por aquí un fin de semana», ha argumentado Español-Solana.

Un propósito para el que la tecnología también ayuda con el fin de superar las limitaciones, tal y como afirma el responsable de las visitas: «Siempre digo que enseñar el castillo de Loarre es muy fácil porque allí tienes un espacio que está muy bien conservado, que fue restaurado en su día y que solo el interior es precioso, pero del Castillo de Monteragón se puede ver un 25% de lo que fue realmente, lo que nos obliga a construir otros canales para que la gente disfrute de la cultura y el conocimiento y así con infografías, recreaciones y las gafas Meta mostramos cómo eran los edificios o los claustros».