El Ejecutivo aragonés ha creado 210 plazas en residencias de mayores desde julio de 2023 y ha incrementado el 4,3% el precio por plaza concertada, lo que garantiza la viabilidad económica de los servicios prestados.
El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) abona el precio por plaza a entidades públicas y privadas por atender a personas mayores, con discapacidad, dependientes y tutelados.
Las últimas estadísticas ya publicadas del Instituto Aragonés de Servicios Sociales y el histórico del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) a 31 de julio confirmaban que se han rebasado los 57.000 expedientes activos. Cifra, que tal y como recuerdan desde el Departamento de Bienestar Social y Familia supone que en los últimos doce meses se han incorporado cerca de 5.000 aragoneses al sistema público de atención a la dependencia: en julio de 2023 había 52.709 expedientes vigentes y hay 57.063 en julio de este año.
En el caso de las plazas destinadas a la discapacidad, las adjudicaciones realizadas desde el 1 de enero de 2024 hasta la fecha son 94 en total. A ello se suma el compromiso del Departamento de Bienestar Social y Familia con los 61 alumnos con discapacidad y que han concluido la enseñanza obligatoria --entre los 18 y los 21 años en centros de educación especial--, a quienes garantiza todas las opciones posibles ya sea para acceder a una plaza dentro de la red del IASS, o bien para continuar su transición a una vida adulta a través de programas de educación no formal que refuercen su integración social y laboral y la incorporación plena a la vida adulta, entre otras cuestiones.
Todo ello, según han subrayado desde el Departamento de Bienestar Social y Familia, gracias a la gestión eficiente y eficaz de todos los recursos disponibles. Estos resultados confirman que se está atendiendo a más personas que hace un año dentro del sistema público de servicios sociales, que se conceden más prestaciones y que, tal y como se anunció al comienzo de la legislatura, en 2024 se han ampliado las plazas residenciales tanto para personas mayores como para personas en situación de dependencia o con discapacidad.
Esto se ha conseguido a través de un cambio fundamental en la gestión: se facilita el acceso al sistema de dependencia y discapacidad al mayor número posible de aragoneses, sin topar las nuevas entradas, y se han reforzado los equipos y medios para que todo aquel que lo necesite pueda ejercer su derecho.
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