La sentencia, dictado por conformidad y consultada por Europa Press, condena al acusado por un delito contra la salud pública «en su modalidad de sustancias que no causan grave daño a la salud», y otro de defraudación de fluido eléctrico, por el que le impone la pena de tres meses de multa a razón de cinco euros diarios.
Según se desprende de la resolución, la actuación tuvo lugar en febrero de 2021, cuando los agentes de la Policía Nacional observaron que la casa abandonada, en la que el condenado se «dedicaba a cultivar marihuana para la venta a terceras personas», tenía la puerta forzada, estaba abierta, con una luz «muy fuerte» y con ruido de aire acondicionado.
Así, en su interior encontraron las 180 plantas de marihuana, que fueron intervenidas, así como 20 lámparas halógenas, 20 transformaciones, tres aires acondicionados y dos sistemas de filtración de aire.
La sustancia «debidamente analizada» resultó ser cannabis, con un peso neto en seco de 5.221,6 gramos, un valor en THC entre el 8,07 y el 1,26% y un coste aproximado en el mercado ilícito de 9.294,448 euros.
Según la sentencia, el hombre realizó en la vivienda un enganche ilegal a la red general y, de esta manera fraudulenta, obtuvo energía eléctrica por valor tasada de 3.596,31 euros, por lo que deberá responder con dicha cantidad ante la compañía eléctrica.
La juez acuerda la suspensión de la ejecución de la pena de prisión impuesta al acusado bajo la condición de que no cometa un nuevo delito durante el plazo de dos años desde la firmeza de la sentencia y el pago de la responsabilidad civil.
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