El acusado de matar a un enfermero del Hospital Príncipe de Asturias | Europa Press

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Agentes de la Policía Nacional han descrito en el juicio contra el conductor de ambulancias que mató a un enfermero de Alcalá de Henares en marzo de 2021 la brutalidad del ataque que perpetró con un cuchillo jamonero de 28 centímetros al presentar la víctima múltiples cortes por todo el cuerpo, entre ellos el que le degolló el cuello y el que le rajó los testículos.

Gonzalo R. I., de 42 años, se sienta desde ayer en el banquillo de los acusados por los hechos cometidos el 6 de marzo en el Hospital Príncipe de Asturias, al que entró sobre las 13.45 horas con el uniforme y armado en busca de Sergio G. al estar manteniendo una relación sentimental con su entonces pareja.

Ayer, el procesado reconoció que le cortó el cuello por celos y alegó que sufrió un trastorno mental transitorio después de que la víctima le comentara que iba a seguir «violando» a su por aquella época compañera sentimental y a su hija menor.

En la sesión, han comparecido los agentes de la Policía Científica que se encargaron de la inspección ocular de la escena del crimen para la recogida de vestigios, así como los agentes de la Brigada de Policía Judicial responsables de tomar declaración a testigos y de las imágenes de las cámaras de seguridad

«El cadáver presentaba lesiones considerables con cortes en las piernas y en los ojos. Había salpicaduras de sangre en las paredes», ha detallado uno de los agentes. Los miembros del Jurado popular han podido visionar las imágenes del reportaje fotográfico que consta en el atestado y que muestran a la víctima muerta sobre un inmenso charco de sangre.

La Policía realizó un volcado de imágenes de las cámaras de videovigilancia del hospital que muestran al acusado durante media hora deambulando por el hospital a la caza de Sergio con un cuchillo en su bolsillo, lo que desmonta la versión del procesado al manifestar que entró a buscar a su pareja y salió luego a por un cuchillo.

«Una vez que localiza a la víctima, le persigue y le agrede hasta que es detenido. Él lleva el uniforme de conductor de ambulancias que le permite moverse libremente por el hospital. Desde el primer momento entra con el cuchillo», ha especificado.

A preguntas del letrado defensor si podía estar buscando a otra persona, en alusión a la exnovia del agresor, uno de los agentes ha replicado que va buscando por estancias y cuando encuentra al fallecido le ataca.

La Policía detuvo en la misma sala de enfermería al agresor en el momento en el que seguía lesionando a la víctima ya fallecida en el suelo. Usaron escudos protectores para evitar que les agrediera con el cuchillo.

Ensañamiento y alevosía

La fiscal solicita 21 años de prisión por un delito de asesinato. Los padres y los hijos solicitan 25 años de cárcel al apreciar que concurren todas las agravantes de un delito de asesinato como son ensañamiento y alevosía.

El abogado defensor califica los hechos de un delito de homicidio con una eximente completa por trastorno mental transitorio y de forma subsidiaria una atenuante por arrebato y trastorno mental transitorio.

Lo hechos se produjeron el 6 de marzo de 2021 cuando el procesado se vistió con su uniforme de conductor de ambulancia (peto amarillo y uniforme rojo) para acceder al centro hospitalario con la intención de matar a S. L. G., quien estaba trabajando como enfermero en dicho hospital.

Una vez en el interior del centro hospitalario, el acusado estuvo merodeando la zona hasta que localizó su objetivo. Sobre las 13:45 horas, justo cuando la víctima se introdujo en la sala de descanso, G. R. I. fue detrás de él, «y de forma sorpresiva e inopinada», comenzó a agredirle con el cuchillo que portaba clavándoselo en repetidas y numerosas ocasiones por distintas partes del cuerpo "hasta causarle la muerte.

El acusado se encuentra privado de libertad por esta causa desde el 6 de marzo de 2021. En concepto de responsabilidad civil la Fiscalía le reclama 940.000 euros de indemnización para los familiares del fallecido.