Los salones del Museo Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, en Vitoria-Gasteiz, han acogido este homenaje al que fuera consejero de Seguridad del Gobierno Vasco desde el año 1991 a 1998, en el que se le ha entregado una medalla y se ha proyectado un video con su trayectoria.
Atutxa ha comenzado su intervención con un recuerdo y homenaje emocionado a los 15 miembros de la Ertzaintza asesinados por ETA, «un recuerdo y homenaje extensivo a las personas que, vistiendo otros uniformes al amparo de la ley y respetando los derechos fundamentales, trabajaron contra el terror y han sido víctimas de la violencia».
«Un reconocimiento, en definitiva, a todas las víctimas del terrorismo. Son el testimonio de una dolorosa verdad. ETA solamente puede acreditar dolor y destrucción en sus cinco décadas de siniestra trayectoria», ha defendido.
Tras agradecer este reconocimiento de Mila Esker, ha resaltado el compromiso de la asociación «con la paz y la memoria». «Recordaré para siempre vuestro reconocimiento y afecto, significa mucho para mí recibir el cariño de un colectivo al que no sólo quiero, sino del que me siento parte», ha añadido.
El exconsejero, contra el que ETA intentó atentar hasta en diez ocasiones, ha destacado que su agradecimiento es «más que una expresión de cortesía». «Recuerdan y reconocen, para empezar, que estoy aquí gracias a la profesionalidad de quienes, arriesgando sus propias vidas, consiguieron frustrar muchos planes siniestros. Agradecen la pericia de quienes me escoltaron a lo largo de 26 años y 115 días. Celebran la disciplina con que colaboré, con quienes se la jugaban conmigo y por mí», ha señalado.
En este sentido, ha reconocido que «puede que la suerte también colaborase, pero sumó siempre con equipos atentos y en guardia». «Pericia, disciplina y suerte son parte de la historia de éxito de todas y todos los que aportamos un cimiento fundamental a la paz con memoria, verdad, justicia y reparación, que estamos empeñados en construir; una garantía para que la tragedia que sufrimos jamás vuelva a repetirse», ha indicado.
"me considero un ertzaina"
Asimismo, ha resaltado «la difícil función que afronta cada día un policía». «Gracias por asumir ese tremendo peso con todas las consecuencias; gracias por acertar casi siempre; y gracias por aprovechar cada error para aprender. Por eso, desde esta empatía y desde la solidaridad que acabo de expresar, me considero un ertzaina», ha afirmado.
Atutxa ha mostrado su alegría por haber podido vivir esas situaciones «con el respaldo» de la Ertzaintza. «Sentí siempre que nos encontramos en cada momento crítico, unidos por el humanismo y el respeto a las leyes y los derechos fundamentales, y comprometidos con la transparencia con la que respondimos en el Parlamento ante la ciudadanía por nuestros aciertos y también por nuestros errores», ha destacado.
También ha recordado las visitas que realizó a víctimas del País Vasco, Salamanca, Burgos o Valencia, «siempre en silencio, sin cámaras» y «con la única voluntad de acompañar, de confortar, atender y aprender». «Combatir los delitos, acompañar a las víctimas, denunciar la sinrazón del terrorismo, nos acercó a la paz. Así fuimos eliminando las muchas hipotecas con las que la violencia penalizó nuestra convivencia y generó dolor y sufrimiento», ha subrayado.
El exconsejero de Seguridad del Gobierno Vasco ha insistido en que ETA «intentó acabar con la democracia, con la paz y la palabra, limitó el progreso y desarrollo social, y perjudicó legítimas aspiraciones políticas». «Tengo claro que ningún proyecto de convivencia funciona desde la imposición. Ningún proyecto puede reivindicarse ni alcanzarse vulnerando el derecho a la vida», ha defendido.
Al respecto, ha señalado que en la actualidad «estamos en el camino a la paz, pero faltan algunos pasos para que desaparezcan el destello del odio de algunas miradas, la desfachatez de algunos homenajes y el dogmatismo y la intolerancia de algunos discursos, signos que delatan a quienes ejercieron, impulsaron, disculparon o colaboraron con la violencia y el terror»".
«Las falsedades con que se justificaron los crímenes más repugnantes son aún hoy para algunos una realidad alternativa, la que les ayuda a soportar la terrible imagen que les devuelve el espejo. La durísima lista de vidas truncadas, las familias rotas de sufrimiento absurdo y estéril», ha señalado.
Reconocimiento para vivir en paz
Por ello, cree que «cuanto antes asuman que lo que hicieron fue moralmente inaceptable, humanamente insufrible y políticamente estéril, más cerca estaremos de las condiciones que necesitamos para vivir definitivamente en paz».
Además, ha explicado que el Centro Memorial es una de las instituciones que trabajan en el País Vasco «por esa paz con memoria» y «reivindica la voz de todas y todos los que de una u otra forma hemos sido víctimas de organizaciones y personas muy concretas, que deben asumir la pesada carga de sus errores».
«Mientras no lo hagan, no podremos dar credibilidad a su remozado cartel. Lo mejor que podemos decir hoy de ellas es que sus actuales estrategias constituyen una contundente enmienda a la totalidad de todo su pasado y que parecen decididas a incorporarse a la democracia y la modernidad, aunque sea con medio siglo de retraso», ha advertido.
Por ello, cree que «además deben expresar reconocimiento y respeto a todos los que estuvimos en el lado correcto de la historia». «Merecemos reconocimiento porque el país que hoy tenemos, la modernidad que ha sustituido al país sombrío, achatarrado y violento que recibimos al acabar la dictadura, progresó pese a ellos», ha añadido.
Finalmente, ha reiterado su gratitud por este homenaje que considera un «ejercicio de memoria, para seguir apostando por una sociedad en paz, justa, en la que todos podemos proponer, debatir y convencer; en la que todos acatamos las decisiones mayoritarias y protegemos los derechos de las minorías».
«Una lección que deben aprender también algunos poderes del Estado que llevan años instalados en una peligrosa deriva condenada por el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, la de echar por tierra el prestigio y la legitimidad de instituciones que deberían estar al margen de la lucha partidista, y dan cada día ejemplo y testimonio de todo lo contrario», ha denunciado.
El presidente de la Asociación de Ertzainas Mila Esker, Julio Rivero, por su parte, ha destacado que Atutxa «con su buena gestión y transparencia impulsó y defendió la labor de la Ertzaintza y la de sus agentes, hasta conseguir llevar a esta institución a ser considerada una de las policías mejor valoradas por la ciudadanía y con un alto grado de eficacia en la lucha antiterrorista».
«Su defensa de la Ertzaintza le granjearon notables antipatías dentro del mundo radical, convirtiéndose en un objetivo prioritario, siendo posiblemente una de las personas a las que ETA más veces intentó asesinar en la historia reciente de este país», ha resaltado antes de detallar que ETA intentó hasta en diez ocasiones, acabar con la vida del exconsejero.
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