Desde la administración autonómica consideran «inaudito y preocupante la falta de sirenas de alerta en la presa de Forata», dependiente y gestionada por la CHJ, ya que este tipo de sistemas acústicos son esenciales para avisar a las poblaciones próximas a la presa ante el riesgo de ruptura de la infraestructura.
«Es incomprensible que la CHJ no haya instalado este dispositivo en la presa, sobre todo porque es obligatorio, ya que viene recogido en el Plan de Emergencia de la propia presa», señalan fuentes de la Generalitat.
A su juicio, se trata de «una evidente irresponsabilidad por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar y del Ministerio para la Transición Ecológica, que tenían que haber instalado las sirenas de alerta a la población exigidas por la normativa».
«Esta negligencia, que quedó en evidencia durante la dana del pasado 29 de octubre, supone un riesgo inaceptable para los municipios del entorno de la presa, que en caso de haber pasado a Escenario 3 (rotura definitiva de la presa, una circunstancia que estuvo a punto de suceder), no hubiesen podido ser avisados por la CHJ mediante este sistema al no estar instalado», apuntan desde la administración valenciana.
Según exponen, estas sirenas tenían que servir para alertar «de forma inmediata» a las poblaciones de Yátova, Macastre, Alborache y Turís, entre otras, de la rotura definitiva de la presa.
Por tanto, la Generalitat ve «inadmisible» que una infraestructura crítica como la presa de Forata, clasificada en la categoría de mayor riesgo, carezca de un sistema de alerta obligatorio «desde hace más de una década». «Esta falta de actuación pone de manifiesto una gestión ineficaz y un uso cuestionable de los recursos públicos», denuncia.
Además, afirma que la CHJ «no convocó al Comité Permanente de Seguridad el 29 de octubre» y «tampoco tenía instalado un sistema de alerta temprana (SAT) para evitar, reducir y anticipar los riesgos de la inundación. »Un sistema que, según las propias palabras de Teresa Ribera, hoy ya exministra de Transición Ecológica, hubiera podido «salvar vidas», y que sí está disponible e instalado en la confederación hidrográfica del Ebro", añade.
Peticiones
Por todo ello, la Generalitat exige en primer lugar una auditoría «inmediata e independiente» que analice «con rigor» el destino de los fondos públicos gestionados por la CHJ para «garantizar que cada euro invertido en seguridad se utilice de manera efectiva».
También pide explicaciones detalladas e inmediatas por parte del presidente de la CHJ, Miguel Polo, y de la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, sobre «por qué no se activó el Escenario 3, pese a que las circunstancias lo justificaban plenamente»: «Queremos saber si esta decisión se tomó para encubrir la falta de sirenas de alerta».
Otra de sus reclamaciones es un plan de acción urgente, con plazos concretos, para instalar los sistemas de alerta obligatorios en todas las infraestructuras hidráulicas de la CHJ que lo requieran.
«La Generalitat está dispuesta a colaborar en el coste de instalar las sirenas necesarias en las zonas de mayor riesgo. Si bien la Generalitat no tiene la obligación de suplir las funciones del Gobierno central, no permitirá que la falta de medios la CHJ añada más riesgos innecesarios ante posibles inundaciones», subrayan desde la administración autonómica.
Y recalcan que «la seguridad de los valencianos y valencianas no es negociable»: «El Consell no tolerará más excusas ni dilaciones en la puesta en marcha en versión en todos los sistemas de seguridad, reducción y anticipación del riesgo de inundaciones y aviso a las poblaciones de la demarcación del Júcar».
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