la Policía Nacional detuvo a 86 personas y liberó a 21 víctimas de trata en Catalunya en 2024

Durante el año pasado, operativos adscritos a las brigadas de extranjería de Catalunya realizaron un total de 10 investigaciones contra la trata de seres humanos, siete de ellas con fines de explotación sexual, una de explotación laboral y dos de otras actividades delictivas.

Como resultado de la investigación se pudieron liberar a 21 víctimas, 16 de explotación sexual, dos de explotación laboral y tres de actividades delictivas.

Además, desarticularon cinco organizaciones criminales dedicadas a la TSH con fines de explotación.

Una de las investigaciones se llevó a cabo con la colaboración de la policía de Albania, formando un ECI (Equipo Conjunto de Investigación); fruto de esta actuación conjunta se detuvo a 28 miembros de una organización criminal y se intervinieron tres armas de fuego con abundante munición.

Explotación sexual

Las mujeres víctimas de trata de seres humanos, concretamente de explotación sexual, son en la mayoría captadas en sus países de origen debido a su situación de vulnerabilidad, con una oferta engañosa de trabajo, en las que se les promete un trabajo remunerado con buenas condiciones bien cuidando personas mayores o haciendo labores domésticas.

Pero al llegar a España, la organización criminal les quita la documentación y les obliga a ejercer la prostitución con todo tipo de amenazas, como por ejemplo hacia sus familiares, haciéndolas creer que han contraído una deuda económica, incluso con amenazas de que las llevaran a la Policía para que las expulsen y sean ingresadas en prisión, según indica el comunicado.

Durante 2024 destaca la desarticulación de dos grupos criminales en las operaciones denominadas «Patrurko» y «Joya» en las que se detuvieron un total de 18 personas y se liberaron a 13 y seis víctimas respectivamente de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, todas ellas de nacionalidad sudamericana.

Las víctimas se encontraban explotadas sexualmente durante las 24 horas del día en las que vivían confinadas, aprovechándose los miembros de la organización de su situación de vulnerabilidad, patrón común en este tipo de explotación.