Como se aprecia en la fotografía, las pinturas forman una decoración geométrica.

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FOTO: PERE BOTA
Los arqueólogos que excavan desde hace meses en el Palau Episcopal, en una campaña subvencionada por el Consell Insular de Mallorca previa a la reforma del Museo Diocesano, han vuelto a ver recompensada su labor en la recta final de esta campaña, a punto ya de finalizar. En las paredes del primer piso del Palau han aparecido pinturas góticas y una sucesión de nuevos grafittis, especialmente nombres y fechas, grabados en el tapial.

La pared de la habitación en la que se han hallado estos restos medievales se encuentra totalmente cubierta por una decoración geométrica que simula un enladrillado. Y, a su vez, estos dibujos, en los que predomina la horizontalidad, forman rombos que llevan un motivo central en color rojo, en contraste con las líneas horizontales que fueron pintadas en negro. El dibujo continúa en la parte baja de otra pared contigua, aunque en ésta aún no se ha hecho el repicado correspondiente para descubrir cuanta superficie ocupa.

Parece que este tipo de decoración era común en las casas góticas de alcurnia aunque en Palma nunca se ha encontrado uno de dichas dimensiones y en tan buen estado de conservación.

En el Palau, en el ala que da al mar, también acaba de aparecer un arco de medio punto pintado a base de policromía en el que en uno de sus laterales se puede ver la figura de un santo.