En las antípodas del cine progresista y liberal que persiguen
títulos tan recomendables como «Happiness», largometraje de Todd
Solondz que ha irrumpido con fuerza en nuestra cartelera y cuyas
magníficas recaudaciones no aparecen recogidas en este listado,
«Estado de sitio» es el enésimo ejemplo de ese cine prepotente,
patriotero y fascistoide con el que, más a menudo de lo que muchos
quisiéramos, nos avasallan las grandes productoras hollywodienses.
Estrenada en cuatro salas, por lo que juega con ventaja sobre el
resto de estrenos, se hace con el primer puesto del nuevo ranking
de taquillas, hasta ahora en manos del espectral Brad Pitt de
«¿Conoces a Joe Black?», nueva versión de la cinta de Mitchell
Leisen «La muerte de vacaciones».
Hasta la tercera posición se desplaza una cinta que no ha
funcionado como sus artífices esperaban (un decepcionante resultado
que cuestiona seriamente el cada vez más mermado poder de
convocatoria de su apuesto protagonista) y que también se ha visto
superada por otra de las novedades, el melodrama «Quédate a mi
lado». El duelo interpretativo compartido por Julia Roberts y una
Susan Sarandon que aspiró al Globo de Oro, es el principal
aliciente de un dramón que acumuló, en su primer fin de semana,
algo más de tres millones de pesetas.
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