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«Hacer las imágenes creadas accesibles a nuestro mundo cotidiano, refiriéndome al mundo de la mujer, para reflexionar sobre el tiempo y la memoria respecto a ella». Éste es el objetivo con que la escultora menorquina Pilar Cerdà presentó a mediados de este mes una exposición en Els Rentadors del Jonquet que cierra hoy sus puertas habiendo logrado un éxito absoluto.

«Àfrica. Brillants i ombres», consecuencia de una reciente estancia de la artista en el país africano, es, ante todo, un homenaje a la mujer que se manifiesta en cada una de las obras presentadas. «He evidenciado las imágenes para hacerlas más inteligibles y tener acceso a la máxima relación con los que se acerquen a ellas», explica esta mujer que ha adoptado como maestros a Miró, Tàpies, Picasso y Chillida y que consigue dar a su obra una liviandad impropia de la piedra, el hierro, el acero y el material refractario que utiliza.

Así se manifiesta en los doce monotipos presentados, que responden al genérico «Cant a la dona», o en una instalación en forma de collar, en el que cada cuenta representa «una semilla de amor que la mujer ha sembrado a lo largo de la historia y el engalanamiento para el gesto más amoroso, que hace posible la comunicación con el otro».