Un grupo de arqueólogos del Consell de Mallorca y el arquitecto
Lluís Moranta iniciaron ayer los trabajos arqueológicos encaminados
a buscar restos del teatro romano de Palma que, según la tesis del
arquitecto Moranta, estaría situado en la manzana que forman las
calles Jovellanos, Peraires y Brondo.
La excavación comenzó ayer y está coordinada, además de por
Moranta, por los arqueólogos Ferran Tarongí y Magdalena Estarellas.
Ayer se levantó el suelo de cemento reciente, otro de piedra más
antiguo y se excavó hasta llegar a otro suelo, también de piedra y
mucho más antiguo, que se encuentra a una profundidad de unos 50
centímetros. Durante los próximos días, los arqueólogos excavarán
hasta alcanzar algo más de un metro. «Entonces llegaremos a una
situación en la que ya podremos saber si puede haber algo. El
hallazgo de cerámicas o de estructuras edificadas sería lo que nos
permitía certificar que existía ocupación», explicó ayer el
arqueólogo Jaume Cardell.
En el caso de que se encuentre algún indicio que haga pensar en
la existencia del teatro romano, el Consell de Mallorca realizará
un plan especial que obligará que, en el caso que se hagan obras en
la zona, se realice con anterioridad un trabajo de excavación. «Si
no se encuentra nada, las excavaciones servirán para confirmar la
evolución histórica de la ciudad en un lugar que, hasta el momento,
ha sido muy poco explorado», explicó Cardell.
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