El conseller d'Educació i cultura del Govern Balear, Damià Pons,
presentó públicamente los 16 lotes adquiridos por el ejecutivo
balear en la subasta de Crhistie's el pasado 25 de mayo y dijo que
esta venta «pone en evidencia la dispersión de una parte del
patrimonio mallorquín». Pons invitó a las entidades económicas de
las islas que «hagan una reflexión para contribuir a que parte de
nuestro patrimonio se quede en la isla».
El director del Museo de Mallorca, Guillem Rosselló, señaló que
«lo que básicamente se ha hecho es recuperar una parte de los
restos de la colección del Cardenal Despuig, que se ha ido
dispersando desde varios años de una forma brutal. Se realizó una
lista de los 20 lotes imprescindibles a recuperar, pero hubo piezas
que no se pudieron comprar porque estaban mal adjudicadas y su
valor se había incrementado». Los bienes muebles, pertenecientes a
la familia mallorquina Truyols-Despuig, fueron adquiridos por un
total de 28 millones de pesetas.
La responsable de Bellas Artes, Joana María Palau, lamentó que
«se haya perdido una parte importante de la historia de Mallorca».
Las 16 piezas adquiridas son una cuna de madera de caoba, dos tazas
de cerámica del siglo XVII, dos vasos cilíndricos, un retrato de
Don Johannes Baptista Despuig, dos lienzos de la Escuela Española,
«La expulsión del jardín del Eden», de Guillem Mesquida; «La virgen
orante», de Pedro Antonio Umbert; una «Piedad» del Círculo de
Valerio Castello (Guillen Mesquida); «la transfiguración», de
Gaspar Homs; «El saqueo de Troya», de Miquel Bestard, dos retratos
de Don Ramón Despuig y Zoforteza; «La inmaculada concepción» de
Pedro Antonio Umbert; «La Virgen de la Esperanza», de Juan Mestre y
un paisaje de Fray Bartolomé Sureda Ferrer.
El Govern no adquirió, tal como anticipó erróneamente este
rotativo, dos aparadores neogóticos y dos tocadores del S.
XVIII.
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