La noche de la unidad

El primero en hablar fue Antoni Mir, presidente de la Obra Cultural Balear. A continuación tomó la palabra Pilar Costa, presidenta del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, que destacó la necesidad de estrechar lazos entre las islas. Maria Antònia Munar, presidenta del CIM, tomó la palabra para remarcar la idea de que «el reto de un pueblo es convertir la cultura en un medio vivo y en esto juega un papel muy importante la sociedad civil». Damià Pons, conseller d'Educació i Cultura, afirmó a continuación que para tener una cultura y una lengua sólidas «es necesario juntar esfuerzos e iniciativas entre todas las tierras de lengua catalana».

El president Pujol subió después al escenario para defender la necesidad de los pueblos a conservar su identidad. Destacó la idea de que la fragmentación resulta «mortal para los pueblos» e hizo una llamada a la unidad. Numeró también los peligros que existen para la cultura catalana, que dijo eran «políticos, demográficos y psicológicos». Y terminó afirmando: «Una lengua y una cultura, para que triunfen, se han de poder enraizar en una sociedad importante». El president Antich fue el último en hablar. Afirmó que desde el Govern trabajan para que el catalán esté presente en todos los ámbitos de la vida, por lo que han puesto todos los mecanismos para favorecer la normalización. También declaró que su Govern quiere avanzar en este proceso de normalización «que ha sido durante muchos años obstaculizado».