Jaume Mir es un artista que ha dedicado toda su vida a la
escultura. Sus obras se pueden contemplar en numerosos espacios
públicos de Mallorca, ya sean calles, plazas o entidades públicas o
privadas. En la sala de actos del Colegio Sant Francesc de Palma
encontramos una de las obras por las que el artista tiene una mayor
predilección, aunque por su ubicación puede pasar algo
desapercibida. Se trata de los cinco plafones que decoran el techo
del salón de actos del colegio Sant Francesc, una magna obra en la
que el artista hace un recorrido por la vida de este santo.
En cada uno de los plafones "juntos tienen más de cincuenta
metros de longitud", el artista representa cinco escenas de la vida
del santo: la creación del Belén, los estigmas de Sant Francesc,
sus virtudes, su muerte y su conversación con los animales. Fue el
arquitecto Josep Ferragut Pou quien a principios de los años 50
pidió a Mir que elaborara unos relieves para decorar el salón de
actos, una obra que estuvo apadrinada por Leonor y Bartomeu March.
«Como en todas mis obras me documenté mucho sobre la vida del santo
antes de empezar a trabajar. Leí cinco biografías y me convertí en
un enamorado de este hombre», asegura el artista.
El resultado de todos estos estudios fueron cinco plafones de
metal de aleación y yeso. Ferragut los colocó en el techo, una
ubicación de la que el artista no quedó muy satisfecho. «Resultan
difíciles de ver, porque se ha de levantar la vista y, además, la
iluminación es mala. Por esto la obra, pese a su magnitud, pasa
desapercibida para las personas que entran en el salón de actos»,
declara Mir. En opinión del artista «es la obra más importante que
he hecho en mi vida. No sólo por las dimensiones, sino porque me
abrió las puertas al mundo del arte, ya que hasta aquel momento no
me habían tomado muy en serio».
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