La obra de Archie Gittes será objeto de una antológica en el Casal Solleric

Archie Gittes, nueve años después de su muerte, volverá a ser protagonista de una exposición antológica, esta vez más amplia, que se inaugurará el 23 de marzo en el Casal Solleric, y que ocupará la planta noble del centro. Comisariada por Gudi Moragues, la muestra recogerá unas 125 pinturas, procedentes de instituciones de la Isla, de colecciones particulares (entre 20 y 30 obras), de los fondos familiares, del Círculo Mallorquín (las que el pintor dejó a este centro en depósito) y las que tiene en su colección el Museu de Mallorca, donaciones del artista en el momento de su primera antológica.

Aunque el pintor americano no residiera en Mallorca más de 16 años, desarrolló en ella lo más significativo de su producción. También fue esta época, iniciada en 1932, cuando llegó a Mallorca, la más prolífica de una trayectoria no demasiado larga, ya que a partir de su regreso a Estados Unidos, en 1948, fue abandonando paulatinamente la práctica de la pintura y se dedicó al comercio de antigüedades.

Fue en sus sucesivas residencias de Génova, Palma y Deià, pero también en una estancia en Marruecos, en 1934, donde realizó una más que destacable obra, centrada en los desnudos, figuras femeninas, retratos y flores. Sus obras se expusieron por primera vez en las Galerías Costa, de Palma, en 1940, y sorprendieron por su temática y por la resolución técnica, siendo bien acogidas, tanto por la crítica como por el ámbito académico. Aun así, la familia Gittes pasó ciertas dificultades económicas, pues las temáticas abordadas por el artista no respondían a la demanda de la sociedad del momento.

También expuso en el Círculo de Bellas Artes, en cuyos certámenes obtuvo diversos premios, y en las Galerías Quint. En 1942, participó en al Exposició Nacional de Belles Arts de Barcelona.