Almodóvar rompe su maleficio con los Goya

Almodóvar dedicó el premio a su madre: «Llevo desde enero recogiendo premios en Estados Unidos de costa a costa y nunca he mencionado a mi madre, la quería guardar para este momento, si llegaba». Así, con lágrimas contenidas se mostraba el cineasta al subir por segunda vez al escenario para recibir el galardón a la mejor película. Reconoció que no estaba «acostumbrado a estar en estas ocasiones aquí», al tiempo que manifestó que «la Academia, quiera o no, representa al cine donde me he criado».

El director subrayó que «la magia me la ha traspasado Barcelona» "ciudad en la que rodó la película y donde tuvo lugar la gala de entrega de los premios del cine español". «Me habeis premiado lo más importante de mi vida», sentenció el realizador. La gala estuvo marcada de tal modo por la sobriedad que pasó por momentos de letargo. Quizás influyera en ello el hecho de que la conductora de la misma, Antonia San Juan, viera desvanecerse en el aire su premio a la mejor actriz revelación, por su trabajo en «Todo sobre mi madre», que fue a parar a manos de Ana Àlvarez, por «Solas».

El aburrimiento llegó a apoderarse de tal modo de la conductora que en el momento de presentar el galardón al mejor director se quedó in alvis, esperando a la proyección de los vídeos de las candidatas, una vez que éstos ya se habían proyectado. La otra vencedora de la noche fue «Goya en Burdeos», de Carlos Saura, que acaparó cinco premios, cuatro de ellos técnicos y el otro al mejor intérprete protagonista, Paco Rabal, encargado de poner una de las notas más emotivas de la noche.