El pintor Eduardo Arroyo en su estudio de París, en el año 1975. El artista se exilió voluntariamente a la capital francesa en 1958, desde donde ha desarrollado una intensa actividad.

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La sala Pelaires traerá a principios del mes de junio una exposición del renombrado pintor Eduardo Arroyo, en la que el público mallorquín podrá disfrutar de algunas de sus pinturas y esculturas. Esta exposición, que permancerá abierta al público hasta septiembre, viene después de que Pelaires celebrara su 30 aniversario con muestras de artistas como Chillida, Tàpies y Miró.

Arroyo es uno de los pintores españoles vivos más importantes de la segunda mitad del siglo XX, aunque ha desarrollado una gran parte de su carrera en Francia, donde se exilió de forma voluntaria en el año 1958. En París absorbió el legado cultural de las vanguardias y concibió su poderoso estilo, adscrito a la llamada «nueva figuración».

Arroyo se muestra a veces como un periodista sagaz o como un agudo observador de la vida cotidiana de sus siempre interesantes personajes.
A partir del expresionismo y, en cierta medida, del surrealismo, Arroyo ha sido protagonista de una polifacética carrera como artista, en la que se destacó también como escenógrafo. Fruto de su interés por la cultura en su sentido más amplio de la palabra, Arroyo es el responsable de las escenografías de numerosas obras teatrales y óperas: «La Walquiria» (1976), «La vida es sueño» (1981), «Bantam» (1986) "con textos del propio autor"; «La muerte de Danton» (1989), etc... Nacido en Madrid el 26 de Febrero de 1937, actualmente vive y trabaja entre su ciudad natal y París. En 1998 el Museo Reina Sofía le dedicó una exposición antológica de gran calidad, donde se podía apreciar su evolución como artista.