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MERCHE GIL Que la ópera no sea patrimonio exclusivo de una élite. A partir de esta idea, Francesc Bonnín, director del coro de Calvià, montó el verano pasado «L'italiana in Algeri», de Rossini. El lugar escogido sorprendió a muchos: el Pabellón Municipal de Deportes del Galatzó, en Santa Ponça. El éxito de público y crítica ha llevado al Ajuntament de Calvià a repetir por segundo año consecutivo la experiencia. En esta ocasión se representará «L'elisir d'amore», de Gaetano Donizetti.

«Se trata de una ópera divertida, con los personajes clásicos del género, y todo ello acompañado de una música deliciosa», comenta Bonnín, director musical. Uno de los principales personajes en escena es el doctor Dulcamara. El director lo define como «un charlatán que va vendiendo elixires a la gente, de manera que da pie a muchas situaciones divertidas, pero que en el fondo lo que hace es vender ilusión a quien lo necesita». El papel estará protagonizado por el barcelonés Vicençs Esteve. El resto del reparto está formado por los italianos Alessandro Caluppi, Linda Campanella y Carlo Morini, y la mallorquina Maia Planes.

La dirección escénica corre a cargo del joven mallorquín Rafael Durán. La complejidad del escenario convierten esta representación en todo un reto para Durán, quien se muestra «intrigado» por el resultado final de su trabajo. Sin embargo, Bonnín insiste en que «el pabellón es ideal para montar un espectáculo de estas características. Sus proporciones son perfectas para hacer música. Además, está cerca de Palma y cuenta con aparcamientos suficientes».