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Los lectores de la escritora Almudena Grandes, que no publica una novela desde que en 1998 apareciera su exitoso «Atlas de geografía humana», tendrán que esperar a 2002 para volver a sumergirse en una de sus historias. Así lo confesó ayer en Palma, donde participó en el VIII Curso de Literatura Universal que, este año, se dedica a las escritoras y al análisis sobre si existe o no una literatura de género. La autora de «Malena es un nombre de tango» adelantó algunos datos sobre su próximo libro, del que ya aventuró que «será largo» pero que está muy «contenta» del proceso creativo en el que anda sumergida.

Grandes apuntó que el texto, del que ya tiene «400 folios y aún voy por la mitad», trata de «la supervivencia, un tema que siempre aparece en mis novelas». Pero antes de llegar hasta aquí, de poder contar en público, "como hizo ayer", que sus protagonistas, un hombre y una mujer, a quienes separan 10 años, se encuentran en una urbanización de la costa «huyendo de su pasado», la escritora sintió mucho pánico. «Cuando finalicé 'Atlas de geografía humana' pensé que, hasta cierto punto, había escrito una tetralogía porque mis novelas trataban versiones diferentes de un mismo mundo, testimonios y conflictos de una generación que era la mía. Y sentí pánico porque pensé que no podía cambiar de registro. Luego empecé y sí, es otro registro, aunque se parece a las anteriores porque es mía pero parte de un presupuesto distinto». «Es una novela de la memoria», puntualizó.

La escritora habló también de su forma de trabajo y de la soledad del escritor: «Flaqueo con frecuencia y recelo del fervor narrativo. Si voy muy deprisa me preocupo porque creo que es fundamental la distancia del propio embeleso»; de literatura, de la que aseguró: «Para el escritor es «salvación y condena». «Los escritores escribimos por envidia o emulación porque, a veces, te tropiezas con obras que quisieras escribir o que crees que podías haber escrito».