TW
0

La Fundació Pilar i Joan Miró está preparando una publicación sobre obra gráfica que se editará con carácter divulgativo. Desde la institución se quiere cubrir un vacío sobre el conocimiento de las técnicas de trabajo y contribuir a derribar prejuicios o malos entendidos sobre su valor artístico. Y que mejor que el centro palmesano para hacerlo, dicen desde la Fundació, un lugar que incluye los talleres en los que trabajó Joan Miró, "ahora lo hacen los jóvenes artistas", y en los que compartió conocimientos con reconocidos grabadores como Joan Barbarà.

Joana Maria Roca, responsable del área de Dinàmica Educativa, y Joan Oliver, de los talleres, explican que la publicación será «divulgativa, y centrada en las técnicas, para que todos tengamos claro que una litografía no es lo mismo que un grabado y que el mundo del grabado es muy extenso; cuando más te metes en él más vas descubriendo; por ejemplo, las nuevas tecnologías permiten incluir fotografía para complicarlo todo más y enriquecerlo». «Y queremos hablar de esto porque estamos en la Fundació, porque Miró trabajó mucho la obra gráfica y porque tenemos los talleres y los cursos». Aurelio Torrente, director de la Fundació, recuerda que ésta convoca las becas Pilar Juncosa i Sotheby's «y que los ganadores vienen a nuestros talleres a desarrollar sus proyectos y luego los exponemos».

La publicación también tiene como destinatarios a los profesores y estudiantes de secundaria que visitan la Fundació, señala Roca. «Será un librito que servirá como texto de consulta para todo el mundo», añade Torrente. «También queremos transmitir el concepto de que la obra gráfica es original», un resultado final que proviene «de la idea y del planteamiento del artista y de la colaboración con el técnico, la persona que trabaja junto a él y domina los procedimientos y las técnicas».

«Pretendemos aclarar ideas a través de conceptos básicos como por qué se hace una edición numerada y sellada, por qué va firmada en un sitio u otro, que detrás del proceso está la plancha», dice Oliver. «Y cuando existe un buen entendimiento entre el artista y el técnico las cosas fluyen», finaliza.