Teenage Fanclub, el grupo de Glasgow integrado por Norman Blake
(guitarra y voz); Raymond McGinley (guitarra y voz); Gerard Love
(bajo) y Brendan O'Hare (batería), aterrizaron en Palma con la
intención de demostrar su sólida reputación de excelentes directos.
Así lo confesaron ayer a su llegada al aeropuerto.
Desde hace más de diez años, a esta banda escocesa se la admira,
en los círculos indie, por su encomiable búsqueda de melodías
perfectas para la que no han tenido reparos en recrear el beat
psicodélico de los sesenta. Lo que han conseguido es una suculenta
colección de canciones, repartidas entre sus cinco discos
publicados, que hacen las delicias de todo amante del britpop que
se precie.
Norman Blake, uno de sus vocalistas, quiso dejar claro, en
referencia al encasillamiento de «grupo de música indie» que
arrastra la banda, que «nosotros siempre hemos querido hacer el
tipo de música que hacemos, pero sin obsesionarnos con ningún tipo
de etiqueta. Lo que hacemos es música, sólamente música. La
etiqueta nos la ponen los otros. Además, nosotros no tenemos
conciencia plena de pertenecer a un estilo concreto».
El mismo Norman reconoce que «indudablemente la música indie
está de moda» pero también señala que «hay mucha gente que la toca
desde hace más de diez años y, aún así, se sigue considerando una
moda. Esto ocurre, sobre todo, con las nuevas generaciones. Pienso
que la gente joven está ahora más interesada de lo normal en este
tipo de música». Pero el excelente letrista también afirma que
«también a mí la música con personalidad propia me resulta mucho
más interesante que esa música pop aburrida, plana, genérica y
comercial que tanto se lleva».
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