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Llevan tanto tiempo en el mundo de la música que han sido varias las generaciones que han seguido su carrera y coreado y bailado sus canciones. Son El Consorcio, un grupo de «fajadores», tal y como lo definió ayer Amaya Uranga, una de sus voces más emblemáticas de esta formación, que garantiza calidad.

A su llegada a Palma, el grupo aseguró que venía dispuesto a dar un concierto de auténtica fiesta. «Esperamos que la gente cante las canciones con nosotros y se lo pase muy bien», apuntó Estíbaliz. Con muchos éxitos a las espaldas, y media docena de discos con la actual formación, las chicas del grupo explicaron ayer que su público es «mayoritariamente de edad media pero lo que nos asombra es que haya gente joven que se incorpora porque para ellos nuestras canciones son nuevas», temas que califican de «melódicos y baladas».

«Nuestro público abarca un abanico amplio de gente que gusta de las melodías y lo que unifica todo es la forma en la que nosotros las cantamos». Acostumbrados a la popularidad y a disfrutar de un nivel de aceptación que no es fácil de mantener, reflexionan sobre su carrera diciendo: «Creemos que es el público el que ha decidido que lo que hacemos le parece bien. Uno hace el trabajo como cree que es mejor y el público es el que elige porque tú sólo haces las cosas que te gustan pensando que a ellos también les gustarán». ¿Y cómo se consigue sobrevivir? «Se sobrevive si tienes algo que decir con música y, por lo visto, nosotros lo tenemos». «Somos fieles a lo que representamos, nos gusta lo que hacemos, dejamos pasar las modas y seguimos haciendo».

«Esta forma de trabajar tiene momentos en los que estás arriba y otros menos», comentan. Y Amaya finaliza con una sentencia producto de la experiencia: «Hay que ser fajadores, no pegadores».