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Llevan desde el pasado agosto girando por toda la Península. «No hemos querido dejar fuera Palma», resalta Loquillo. «Hay que diferenciar entre los conciertos de verano y las giras, y éstas no suelen pasar por Baleares. Nosotros nos debemos a nuestros fans y queríamos tocar en Palma».

El comprometido cantante se declaró como «mediterráneo y europeo» desmarcándose así del «empuje colonialista del sonido latino que viene de Miami». «Nosotros somos europeos. Yo no soy latino, musicalmente hablando. Soy mediterráneo. Odiamos la música latina que viene de los Estados Unidos y que intenta hacer de España una colonia musical de Miami, como lo han hecho con muchos países latinoamericanos. Nosotros somos los herederos de grupos como Burning, los Sirex o Lone Star o, lo que es lo mismo, de una tradición excepcional que es el rock español».

Loquillo también se refirió a las dificultades que tuvo en publicar y en ser distribuido en América cuando años atrás disfrutaban de un gran éxito en nuestro país. «Quisieron censurarnos debido a razones puramente políticas. Muchos no soportaron mi total identificación con la Federación Española contra la Tortura y con la Plataforma contra el Quinto Centenario. Y es que, a pesar de haber nacido en Cataluña, no soy nada pactista. En eso soy muy poco catalán. Además, después de haber estado más de 20 años en la carretera, prefiero ser como Johnny Holiday, el mejor en su casa, que ponerme a pactar».

Loquillo no se considera alternativo «aunque tengamos un público minoritario con la suficiente inteligencia para plantearse una serie de preguntas», dice. Y añade: «No te fíes nunca de un grupo alternativo, su máxima aspiración es llegar a los 40 Principales». La figura de Loquillo ha traspasado los límites musicales para ser el tema central de un libro de Juan Puchades que se pondrá a la venta en marzo. Titulado «Conversaciones con Loquillo», hace un completo repaso a la vida y obras del cantante de rock.