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El Rey inauguró ayer la XX edición de Arco, la feria internacional de arte contemporáneo de Madrid que este año se presenta llena de propuestas muy variadas y con el Reino Unido como país invitado. Entre las 270 galerías presentes en el recinto ferial, ocho de ellas muestran el arte que se hace en las Islas con nombre de artistas locales o residentes. Siguiendo la línea de la feria, podemos decir que también nuestras galerías, en algunas de sus propuestas, abandonan los soportes tradicionales del arte a los que el público está más acostumbrado "pintura, escultura y fotografía" para colgar obras que, al igual que en el resto de los «stands», combinan estos soportes y las nuevas tecnologías.

Pelaires incluye esta vez entre sus artistas a Pep Llambías, que encierra extraños objetos en urnas de cristal que tienen relación con sus series de palabras. Altair y Fiol, que comparten espacio como ya es habitual en sus salidas a ferias, se estrenaron ayer por la mañana vendiendo una pieza en hierro de Joan Costa y también con una reserva de un cuadro de Joseph Herr, residente en la Isla. Joan Guaita, con un espacio en el que recoge la obra de artistas habituales de la galería, entre ellos el mallorquín Bernardí Roig, no se ha olvidado de mostrar al público una de las últimas creaciones de Dennis Oppenheim, una de sus iglesias invertidas, mientras que Ferran Cano hace la propuesta más numerosa con una larga lista de creadores entre los que sobresale Pep Guerrero con sus objetos entre kistch y pop y una instalación de Mateo Mate que combina restos de una comida tras la sobremesa y una película que va proyectando todo lo que ocurre alrededor de la misma. Era Ferran quien decía que, en general, «en el arte de este milenio impera el eclecticismo, ya que los propios artistas están, a su vez, saturados de imágenes que captan al mismo tiempo que el público».

Producto de la situación de una mayoría en minoría, la mujer es la obra que presenta Glòria Mas en la Maior. Y en Gianni Giacobbi, entre otros, destacan las propuestas muy conceptuales de Antoni Socias junto a la pintura de Jaume Pinya. Artistas como Ramon Canet o Joan Bennàssar acuden a Madrid de la mano de la galería madrileña Pilar Parra.