Las instituciones integradas en el Consorcio del Museu d'Art Modern
i Contemporani "el Ajuntament de Palma, el Govern, el Consell de
Mallorca y la Fundació d'Art Serra" presentaron ayer oficialmente
en la feria de Arco, en Madrid, el proyecto de un espacio que
recupera para la ciudad un conjunto histórico que se encontraba
abandonado y que, además, ha conseguido reunir la colaboración de
la iniciativa pública y la privada.
En la presentación a los medios de comunicación estuvieron Maria
Antònia Munar, presidenta del CIM; Damià Pons, conseller de Cultura
del Govern; Joan Fageda, alcalde de Palma; Pere A. Serra,
presidente de la Fundació d'Art Serra; Josep Ferrer, miembro de la
Comisión Ejecutiva del Consorcio; y dos de los arquitectos que
realizaron el proyecto, Luis García-Ruiz y Vicente Tomás.
Josep Ferrer fue el primero en tomar la palabra para explicar la
génesis del Museu, que comenzó en 1997 con la firma de un convenio
entre el Ajuntament y la Fundación d'Art Serra, al que después se
adhirieron el resto de instituciones con la constitución del
Consorcio. Esta idea, en principio, ya sirvió para la recuperación
de un espacio abandonado, el Baluard de Sant Pere, como dijeron
ayer todos los presentes, y de una gran complejidad y dificultad a
la hora de darle un uso público. «Cort cedió el uso del Baluard al
Consorcio y la Fundació d'Art Serra cede la titularidad de unas
obra de arte y deposita otras en el Consorcio».
«La finalidad del Consorcio es la construcción del museo y, una
vez construido, lo gestionará durante 30 años, transcurridos los
cuales, Cort recupera el uso del Baluard y del Museu y se queda con
las obras de arte cedidas por la Fundació». Una vez dados estos
pasos, y con el inicio de las obras hacia el verano, según Luis
García-Ruiz, el Consorcio se planteó «la necesidad de contar con un
Plan Director que delimite las funciones del futuro museo como
espacio cultural», añadió Ferrer.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.