Las personas evolucionan. En la vida, en las canciones, en la voz.
Marisa Rojas sabía cómo quería enfocar su música, pero no lo había
logrado hasta ahora. En «Vent salat», su último disco, la cantante
de Capdepera ha logrado hacer las cosas como ella quería. «Me han
dejado cantar tal y como yo sentía los temas», comentó. Un cambio
en su trayectoria manifestado a través de su música y fruto de la
evolución que da la experiencia.
En este nuevo álbum, Rojas ha vuelto a sus raíces. Sus temas
destilan garra, fuerza, energía. «No hay canciones ñoñas.
Necesitaba tener sonidos más cañeros», explicó. Sólo una lenta,
«Sirena», una nana dedicada a su hija María. Otra canción destacada
es «Cap remordiment», un dueto con Cris Juanico, el cantante de Ja
t'ho Diré, «un tema en contra de la masificación de las
costas».
Se han elegido sonidos más internacionales para que lleguen a
cualquier persona. Pensando en el directo, la cantante confiesa
que, gracias a «Vent salat», su repertorio se ha completado . «Me
faltaba una canción con más fuerza y ahora ya la tengo».
Hace unas semanas estuvo por Barcelona presentando su nuevo
trabajo. «El mercado isleño es muy pequeño. Hay que salir fuera. Si
no lo haces, no subsistes», en palabras de Rojas. El disco no se
presentará en directo hasta finales de verano.
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