Los mallorquines The Satellites tuvieron la ocasión de enfrentarse
al gran público en la última jornada del Festival Internacional de
Benicàssim, que finalizó anteayer domingo por la noche. Y lo
hicieron en un intenso y electrificante concierto. El escenario
verde, el más grande del festival, acogió a los isleños a primeras
horas de la noche. Fue un recital de poco más de media hora, que
congregó a cientos de personas. En primera fila, y desde horas
antes, esperaban los fans baleares para no perderse nada. Miquel,
Joan Toni, Jordi y José efectuaron una sobria intervención con
elevadas dosis de distorsión, aunque cuidando siempre la melodía.
Presentaron canciones de su próximo disco en tono experimental.
La VII edición del festival confirmó lo que los más puristas de
la música electrónica temían: masificación absoluta. Más de 40.000
personas pasaron en los tres días que duró el festival por las
distintas carpas y escenarios. Benicàssim está a punto de colgar la
etiqueta de independiente porque ya no lo es: en ciertos momentos
se ha vendido al mainstream, como se comprobó en el concierto de
los Manic Street Breachers, pero no faltaron excelentes grupos y
grandes recitales. Por ejemplo, Bellee and Sebastian consiguieron
meterse al público en el bolsillo en un concierto memorable.
Sonaron con contundencia Stereo Mc's James, Ash y Pulp
demostrando la buena forma del pop británico. Uno de los grupos más
aplaudidos fue Sidonie, catalane,s que combinaron potente sonido y
puesta en escena teatral y divertida. La música de baile consiguió,
una vez más, atraer a las masas a altas horas de la madrugada.
Basement Jaxx, LTJ Bukem, Jay Jay Johansson y Fat Boy Slim
consiguieron que el público no sintiese prácticamente el suelo. El
momento mas álgido fue la aparición de Orbital. El revival de lujo
lo puso Big Star. No faltó PJ Harvey, gran diva del art rock
británico.
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