Artistas mallorquines, junto a las obras de Joan Sastre.

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Con un «bon dia» comenzó Pere Muñoz, director general de Cultura del Govern balear, su intervención en la rueda de prensa con la que se presentó a los periodistas croatas la «Bienal Mediterránea 2. Arte entre costas», que se inauguró ayer en la ciudad de Dubrovnik, en la que figuran 13 artistas de Mallorca. Muñoz quiso dejar constancia de la identidad balear en un encuentro, en el que también participan Croacia e Italia, planteado para provocar un debate entre identidad y globalización.

«Les saludo en catalán para contarles que en Balears tenemos una lengua propia que compartimos con Catalunya y València, tres comunidades del Mediterráneo. España es un Estado grande, con diferentes culturas que tienen un estilo propio ligado, en casos como el nuestro, a la cultura mediterránea más que a la atlántica o a la cantábrica», dijo Muñoz. «Las Balears son un territorio turístico con producción cultural importante, con diferentes nexos de unión con otros pueblos mediterráneos, donde queremos combinar turismo con algo más, con cultura; al igual que Dubrovnik, Eivissa, una de las islas de nuestro territorio, también es Patrimonio de la Humanidad».

Los artistas mallorquines muestran en esta Bienal propuestas muy diferentes. «Utilizando las posibilidades que ofrece el lenguaje internacional del arte se cuentan historias diferentes», dijo Pablo Rico. «La Bienal no sólo es una selección de artistas, pues se ha hecho una reflexión en la que destacan aspectos como el turismo caníbal, que ha provocado problemas de contaminación cultural, lingüística, medioambiental; es un turismo fast food, no de memoria, sino de souvenirs», añadió Rico.

Pere Muñoz apuntó la necesidad «de estos encuentros entre culturas mediterráneas para impedir la globalización continua, lo que pone en peligro culturas más pequeñas». Y añadió que, muchas veces, «estamos demasiado pendientes de la Europa del Norte, la del dinero». En la mesa también estuvieron representantes de los Gobiernos italiano y croata; el presidente de la Fundación Mediterránea, Gaettano Grillo; y los comisarios Pablo Rico, (España), Valerio Dehó (Italia) y Zvonko Makovíc (Croacia). Éste último comentó a Ultima Hora : «Esta Bienal significa mucho porque sucede en un tiempo en el que Dubrovnik comienza a ver, a recibir el significado que tenía antes de la guerra».