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LAURA MOYÀ Binibassi es una pequeña población situada entre Sóller y Fornalutx. A ella regresa cada verano Jaume Coll, responsable del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias de Valencia. Dos cosas le obligan a volver. La primera, descansar. La segunda, continuar con un trabajo iniciado hace tres años en el Coval Simó de Sóller. Las conclusiones a las que ha llegado junto a un equipo de investigadores, han permitido romper con algunas de las teorías existentes hasta hoy. Su hallazgo más importante dice que, hace 4.200 años, Mallorca estaba habitada. Con todos los datos logrados, se podrá estudiar cómo vivían los primeros mallorquines.

"¿Cuándo se descubrió el Coval Simó?
"En 1966, Simó Mateu encontró el Coval y le puso su nombre. Acto seguido empezaron las primeras excavaciones que aportaron restos de cerámicas incisas que situaron la primera ocupación importante de la isla alrededor del 2000 a.C.

"¿Por qué reprendieron las excavaciones?
"Vimos que las primeras incursiones en el Coval habían sido superficiales. ¿Cómo? Detectamos una excavación primitiva bajo unas enormes piedras que impedían acceder a estos posibles descubrimientos.

"¿Qué descubrieron?
"Descubrimos una ocupación de la edad de bronce inicial, situada entre el 2190 a.C. y el 2040 a.C., lo que supone el asentamiento más antiguo datado hasta el momento en Mallorca. Los anteriores no pasaban del 2000 a.C.. Había cerámicas anteriores a las incisas de la primera excavación, fauna y mucho carbón, elementos que permitirán conocer el horizonte cultural isleño e interpretar los modelos de vida de esa época. Es decir, se trata de la primera excavación que tiene elementos para interpretar el tercer milenio a.C. en Mallorca en una ocupación extrema situada en un medio duro.

"Coval Simó se encuentra en una zona abrupta.
"Sí, a 930 metros sobre el nivel del mar. Esto significa que la Isla contaba con una ocupación elevada, unas 2.000 personas. Muchos grupos tenían que explotar los recursos existentes, lo que implicaba la necesidad de aprovechar lo que se tenía. El estar en un lugar abrupto, en la montaña, quería decir que se habían visto en la obligación de abrir horizontes. La causa, la presión que se ejercía sobre el medio, que empezaba a estar sobreexplotado.

"¿Qué otros datos se han conseguido?
"Los análisis de los carbones han descubierto que el medio era mucho más húmedo y caluroso. Pinos, encinas y ullastres se mezclaban con hayas, un árbol que, hoy en día, se encuentra en cordilleras de 900 metros que suelen tener nieve a menudo.

"¿Hacía más frío en aquella época?
"El clima era más templado, con más nieve y más frío en invierno y con veranos calurosos y lluviosos.

"¿Cómo eran los mallorquines en aquella época?
"Ganaderos que explotaban los elementos de los que disponían y que vivían en un medio más frío. La aplicación de las técnicas más avanzadas nos ha permitido llegar a estas primeras conclusiones, que, con tiempo y tras analizar todo lo hallado, podrán ampliarse. De esta manera descubriremos cómo se adaptaron al medio los primeros colonizadores que ocuparon la isla.