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La enseñanza musical vuelve a La Porciúncula con la Acadèmia Internacional de Música de Mallorca que, por tercer año consecutivo, convoca a alumnos y profesores procedentes de numerosos países. Por todo el edificio se oye el sonido de los instrumentos porque el fuerte calor no impide que los más de 90 inscritos se apliquen.

La Acadèmia Internacional nació a semejanza de la de Niza, que ha celebrado 18 ediciones, según una idea del violoncelista Pau Casals, quien apostaba por favorecer el intercambio entre músicos del Mediterráneo con una enseñanza de alto nivel. Por recortes de presupuesto, este año ha disminuido la subvención de Ibatur, los organizadores, entre los que se encuentran el músico Ramon Andreu y Philippe Bender, ex director de la Orquestra Simfònica, han tenido que reducir profesorado y alumnado respecto al año anterior, cuando hubo una asistencia de 160 jóvenes.

También lamentan no haber podido conseguir el Conservatori, «de mejor acústica», y sus instalaciones, para clases y conciertos. Además de la actividad pedagógica, la Acadèmia pone a prueba a los estudiantes, algunos con su carrera de música ya finalizada, en conciertos gratuitos abiertos al público. Se celebrarán hoy, el sábado y el domingo a las 20.00 horas en La Porciúncula. También el viernes, pero a las 18.00.

Hasta el próximo día 9 habrá clase de violín, canto, flauta y piano. Los estudiantes mallorquines disfrutan de becas. En la financiación de la Acadèmia participan instituciones públicas y privadas. Bender destacó ayer el nivel del profesorado, proveniente de conservatorios europeos o conjuntos sinfónicos de primera línea como los de Berlín o Barcelona. Y resaltó el carácter «superdotado» de algunos alumnos.