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Los últimos dos años han sido complicados para la pintora Miquela Vidal, lo que le ha impedido una intensa dedicación a la pintura y al grabado. Pero la artista no se ha quedado quieta. Su creatividad ha ido por otro camino, la escultura, un soporte en el que se había adentrado hace tiempo con bocetos y maquetas que, ahora, comienza a materializar en serio. Como fruto, la escultura que acaba de donar a su pueblo natal, Campos. Miquela Vidal celebra este año una fecha importante, veinticinco años en el mundo del arte, hecho que ha querido celebrar con esta donación, además de con una exposición, en Nadal, también en Campos.

Fue un coleccionista de arte quien, hace al menos seis o siete años, le animó a adentrarse en la escultura. «Me quedé muy sorprendida porque era algo que sólo trabajaba para mi, sin ánimo de mostrar, tenía muchas maquetas, pero nada más». Desde entonces siguió en ello y no fue hasta hace poco que volvió a recibir nuevos encargos. Ya lanzada en este campo, que no abandonará y alternará con sus soportes habituales, pintura y grabado, dice: «Me siento muy bien, es como un juego en el que vas descubriendo cosas». Uno de estos encargos llevará su trabajo a Madrid, a la fachada de un edificio diseñado por Alfredo Batuecas.

Miquela Vidal recuerda que, desde pequeña, le gustaba jugar en el taller en el que su padre arreglaba bicicletas y construía elementos con hierro y soldadura. «Mi padre me construía juguetes, personajes, y un poco mayor ya era yo la que le dirigía cuando los hacíamos». El metal y el fuego no le son ajenos. Hoy trasforma el hierro reciclando piezas del campo en desuso para crear formas abstractas. El tiempo que pasó en aquel taller también le puso en contacto con el mundo del ciclismo. «Por allí iban los corredores a poner a punto sus bicis».

Aquel ambiente le inspiró un cuadro de gran formato, de 1998, que estos días se convirtió en el cartel de la Semana Internacional de Masters, de ciclismo. «No es la primera vez que hago uno pero este encargo me hizo mucha ilusión porque me volvió a poner en contacto con mi infancia», comentó. El Ajuntament de Campos quiere celebrar con ella su veinticinco aniversario en el arte. «Haremos una exposición con la obra que expuse en el Solleric, porque últimamente me ha sido imposible pintar mucho». Vidal vuelve a dar que hablar.