Un escenario al fondo y, justo enfrente, un pequeño camerino
presidido por un diván y repleto de plumas, fotografías de tiempos
pasados colgadas en la pared y vestidos de lentejuelas. Un teatro
dentro de un teatro. Sentada ante el tocador, Mont Plans, la actriz
que presenta esta noche y hasta el 4 de noviembre «Chaise-Longue»
en el Teatre del Mar.
«Se trata de una obra de teatro de una sola persona, no de un
monólogo», explica Mont Plans. La actriz da vida a una vedette en
decadencia que ofrece su espectáculo a un grupo de jubilados.
«Habla de cosas que le pasan a la actriz pero, en realidad, le
podrían suceder a cualquier persona», dice. El amor, la familia, la
vida, Carme Serra, la protagonista, va desgranando sobre el
escenario las situaciones vividas en una conversación con el
público. «Es un diálogo entre amigos aunque uno de ellos habla más
que el resto».
Hace tres años Plans ya trajo a Palma esta obra. El paso del
tiempo la ha ido cambiando, añadiendo cosas nuevas y quitando
otras. «Las variaciones surgieron de las improvisaciones, pero la
base sigue la misma línea», comenta, el mismo personaje y las
mismas explicaciones. Después de una temporada sin representar la
pieza, la actriz confiesa que «es como un estreno».
La idea surgió de su pasión por los cuplés. «Me apetecía buscar
canciones nuevas con letras que pudiera usar ante el público».
Nunca se planteó hacer un drama, sino «una cosa divertida, nada
llana». El resultado, «un personaje teatral», símbolo de otra
época, que vive anclado en el pasado. Se trata de una persona
«anacrónica, que va a lo suyo», afirma Plans. El diván o
chaise-longue, de aquí el título de la obra, simboliza los inicios
de la actriz. La pianista Laura Teruel pone el contrapunto a la
vedette. Interpreta a Joana, «la persona más reconocible», la
actual.
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